A dos años de la pandemia de Covid-19, el rezago educativo tuvo un retroceso de 2.2 décimas y el equivalente de dos años de escolaridad, confirman maestros de grupo de dos comunidades de la Mixteca poblana, esto luego de las evaluaciones realizadas a sus respectivos alumnos de nivel primaria, uno de una zona urbana y el otro, de una escuela rural de alta marginación.
El hecho de que en zonas urbanas los estudiantes hayan tenido facilidades con dispositivos y acceso Internet no significó que no hayan tenido algún rezago, coinciden los docentes, al explicar que a causa de la suspensión de actividades presenciales tuvieron un retroceso académico similar en comparación con los que viven en zonas marginadas, en condiciones totalmente distintas.
Juan Márquez Larios, docente de multigrado de la escuela primaria “Juan Crisóstomo Bonilla” de la localidad de San Jerónimo Zoyatitlanapan, comentó que el promedio de calificación entre sus alumnos antes de la pandemia era de 9.5, pero durante el confinamiento bajó a 7.3 y en la actualidad, en el proceso de recuperación, han alcanzado hasta 8.5.
San Jerónimo Zoyatitlanapan es una comunidad perteneciente al municipio de Juan N. Méndez, ambos considerados por el Consejo Nacional de Población(Conapo) de alta marginación, con cerca de 200 habitantes, la mayoría se dedica a la producción y venta de pulque, el resto al campo, trabajos en el invernadero y maquiladora.
“Los modelos educativos que planteó la SEP, desde que inició la pandemia, como el trabajo a distancia y luego el híbrido, por las condiciones de los estudiantes y de la comunidad, ninguno se pudo adecuar a esta escuela”, comentó el docente.
Derivado de que en esta localidad es escasa la señal de Internet y que muy pocos cuentan con dispositivos para conectarse a alguna plataforma digital, se trabajó con cuadernillos, algunos incluso se revisaron casa por casa.
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Mientras que, en el modelo híbrido, la falta de al menos 4 a 5 alumnos diarios, era una constante y con ello el rezago continuaba. Los padres se acostumbraron a no mandar a sus hijos a la escuela y continuaban apoyando en las labores de la casa o campo, entre otros.
Por lo anterior y debido a que no se han registrado últimamente en la comunidad casos de Covid-19, se tomó un acuerdo tanto con autoridades locales, como con padres de familia, director y docente, para que los niños regresaran al 100 por ciento a las aulas, con medidas sanitarias estrictas.
El docente comentó que, desde octubre del 2021, no se aceptan inasistencias, al menos que estén justificadas. De 8:30 a 13:50 atiende a los 28 alumnos que cursan el cuarto, quinto y sexto grado, de manera normal.
Por la lejanía de la comunidad y el tipo de escuela que es de multigrado, tiene el programa de arraigo, donde el docente se queda en este lugar para trabajar otras horas más tarde con los estudiantes, en este caso el profesor atiende en un segundo turno de 12 a 14 alumnos con rezago.
“Es un reto propio, trabajo con mucho entusiasmo para que los alumnos no lleguen con problemas a la telesecundaria, tratamos de dar todo, llevo 22 años en esta escuela y nuestros estudiantes siempre han destacado académicamente”, concluyó el docente.
DIFÍCIL TRANSICIÓN A SECUNDARIA
Por otra parte, el docente Juan Carlos Simón Domínguez de la escuela primaria “Emiliano Zapata” de la cabecera municipal de Ixcaquixtla, informó que en promedio general sus estudiantes de sexto grado no tienen el perfil académico de acuerdo al año que cursan, sino al de cuarto grado, es decir, hubo un retroceso de dos años derivado de la pandemia.
La cabecera municipal de Ixcaquixtla, tiene un nivel medio de marginación, cuenta con la primaria Himno Nacional que es en turno matutino y la “Emiliano Zapata” del turno vespertino; es una de las escuelas más grandes de la región, donde hay buena recepción de Internet y celular y la mayoría de las familias cuentan con al menos un dispositivo móvil.
“En efecto, hay un rezago muy importante. En el examen de diagnóstico no salieron bien, aunque claro hay alumnos que se esmeran, otros casos son los padres quienes ayudan a responder y ahora que van a la escuela se nota el atraso”, comentó.
Juan Carlos Simón explicó que hubo varios niños que perdieron a integrantes de su familia a causa de la Covid-19, otros presentaron problemas económicos y familiares. Estos factores influyeron en el desempeño académico de los estudiantes.
De acuerdo con los datos publicados por este medio en marzo del 2021, eran de 11 hasta 24 cuerpos los que sepultaban cada mes, según el encargado del panteón municipal, la mitad de ellos era por Covid y el resto por neumonía atípica y, otros padecimientos. Aunque actualmente, la plataforma estatal registra solo dos casos activos y 16 defunciones, los vecinos comentan que los contagios y pérdidas humanas por el virus no han cesado.
El docente informó que de los 25 alumnos que tiene, sólo 18 son constantes, mientras que el resto presentan problemas para incorporarse al 100 por ciento a las clases.
Del total del grupo, consideró que sólo el 15 por ciento aproximadamente, son alumnos que tienen los conocimientos que se requieren para el grado que cursan, esto debido al apoyo de los padres de familia que están pendientes de las actividades a desarrollar.
Pese al plan de mejora continua que se enfoca en las tres habilidades: lectura, producción de textos y pensamiento matemático, además de la planeación tanto para las clases presenciales como el modelo híbrido, el grupo presenta un rezago de dos años.
“El problema de este atraso lo enfrentarán en la secundaria, aunque estamos trabajando para que los niños se recuperen poco a poco” refirió.