San Martín Texmelucan, Pue. Debido al cierre de la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México por la contingencia sanitaria de la Covid-19, las grandes peregrinaciones a pie, carreras de relevos y de bicicletas desaparecieron en la región de Texmelucan, así como sobre la carretera federal y la autopista México-Puebla, en los tramos Huejotzingo-San Martín-Tlahuapan, mismos que hoy se observan casi solitarios, sin los miles de peregrinos.
Cada año, desde el 1 y hasta el 11 de diciembre se podía observar el paso de peregrinos de diferentes comunidades del estado de Puebla por calles de la ciudad de San Martín, con rumbo a la basílica para visitar a la virgen morena del Tepeyecac, algunos grupos a pie con mochila y sarape en la espalda que se hacían acompañar con estandartes, avanzaban poco a poco, mientras otros descansaban para tomar agua, ingerir alimentos o pernoctar.
Melquiades, César, Rumaldo y José, originarios de las comunidades de Tlanalapan, Texmelucan, Tuxco y Temaxcalac, comentaron que cada año con sus grupos de amigos acudían a visitar la virgen de Guadalupe en sus respectivas bicicletas, pero este año se quedaron en casa porque la basílica fue cerrada y no tiene sentido ir a México sino se postrarán frente a la virgencita para dar gracias.
En las comunidades de la zona, era común observar otros grupos en bicicleta y otros más, corriendo con la antorcha, mismos que pasaban por toda la Avenida Libertad acompañados de camionetas y carros alegóricos con las imágenes de la virgen y San Juan Diego. Mediante alta voces con música de la guadalupana anunciaban su paso, incluso, para el día 11 de diciembre las cosas se complicaban desde la mañana y hasta las 10 de la noche, porque a estas peregrinaciones se sumaban las que salían de los pueblos de la región de Texmelucan. Y es que por aquí ingresan a la ciudad de México, todos los fieles que arriban del sureste del país.
En estas fechas era común que, sobre la carretera federal, desde Huejotzingo hasta Tlahuapan, así como sobre la autopista, desde Texmelucan hasta Tlahuapan, la circulación vehicular se atascara para los automovilistas, el transporte público y de carga, por el paso de los miles de peregrinos que enfilaban o regresaban de la ciudad de México. Además, era notoria la presencia de ambulancias, socorristas y personal de Protección Civil sobre las carreteras para prestar auxilio y atención a quienes los requerían.
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Pero este año, las cosas son diferentes, porque la pandemia obligó a la mayoría de peregrinos a quedarse en casa ante el cierre de la Basílica de Guadalupe en la ciudad de México desde el 10 y hasta el 13 de diciembre, por lo que las calles de Texmelucan y los tramos carreteros de la federal y la autopista se ven solitarios en tanto la circulación fluye de manera normal.
Hoy los feligreses coinciden en que la pandemia provocó un cambio en toda la celebración y, además, reconocen que, si alguno de ellos decidiera aventurarse a recorrer las carreteras, se exponen a ser asaltados en las zonas solitarias y oscuras.