Este domingo decenas de familias locales subieron al cerro de San Miguel con un objetivo: los niños, ayudados por los padres, amigos e instructores del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), aprendieron no únicamente a elevar papalotes, sino también a entender las razones científicas para lograrlo.
Junto a representantes del INAOE desde tiempo atrás maestros del Instituto Universitario de Puebla Asociación Civil-Capítulo Atlixco (IUPAC) intentan hacer de esta práctica una más para acercar a los niños y jóvenes a la ciencia.
De hecho, este domingo 7 de octubre la convocatoria de los papalotes quedó retomada luego del sismo del pasado 19 de septiembre del 2017. “No es un concurso como tal, es un proyecto para despertar en los pequeños de Atlixco y de los visitantes la idea de la ciencia y la tecnología”, citó uno de los organizadores.
Para aspirar a concursar deben cumplirse varias etapas. Por ejemplo, los papalotes son elaborados por los participantes y no es posible entrar con alguno de estos comprado.
Y dos: es recomendable usar como materia prima el famoso popotillo, cada vez más escaso. “En su momento el propio cerro de San Miguel era un gran abastecedor de ese material”.