IZÚCAR DE MATAMOROS, PUE. - A cinco días de iniciado el paro laboral por parte de la policía municipal, trabajadores de la recolección de basura y área administrativa, las calles de la ciudad están llenas de bultos de basura acumulada, puesto que se han detenido las unidades al no recibir vales de gasolina.
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De acuerdo con la información, los trabajadores exigen el pago de sesenta días de aguinaldo, pero hasta el momento no ha habido solución a sus demandas, y los servicios públicos siguen inoperantes.
Además, tras la protesta, la falta de recolección de basura ha permitido que perros deambulen por las calles rompiendo las bolsas en busca de alimento, lo que ha provocado que los desechos terminen esparcidos en la vía pública.
Este es el caso de la avenida Centenario, una de las principales vialidades de acceso a la plaza principal de Izúcar, donde la basura es un problema evidente sin que el ayuntamiento implemente medidas alternativas para su recolección.
Una fuente oficial, que prefirió mantener el anonimato, indicó que el municipio tampoco ha podido realizar el acarreo de los desechos hacia el Relleno Sanitario Intermunicipal, operado por la empresa Rellenos Sanitarios RESA S.A. de C.V., debido a un adeudo de la instancia municipal, aunque no precisó el monto ni la antigüedad de la deuda.
El panorama se complica con la presencia de lluvias, que han arrastrado la basura esparcida en las calles, agravando la situación sanitaria. Cabe mencionar que el paro comenzó el jueves 26 de septiembre de 2024, y hasta este martes 1 de octubre no ha habido una solución al pliego petitorio.
Los trabajadores de Servicios Públicos, así como el personal de otras áreas como Registro Civil, siguen en protesta. Además, se reporta que los vehículos oficiales no han sido abastecidos de combustible, lo que paraliza aún más las operaciones del ayuntamiento.
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El pasado lunes 30 de septiembre, se llevó a cabo un diálogo entre las partes involucradas en la Secretaría de Gobernación de Puebla, pero no se ha llegado a un acuerdo para resolver el conflicto. Mientras tanto, la ciudadanía continúa padeciendo las consecuencias de la falta de servicios básicos y el creciente problema de acumulación de basura.