De las 18.5 hectáreas que fueron destinadas de manera oficial al tianguis ubicado en San Lucas Atoyatenco, por lo menos dos hectáreas son utilizadas para la comercialización de ropa americana o de paca, la cual tiene gran aceptación entre los revendedores y clientes al por menor, no solo por lo barato sino porque además pueden encontrar ropa “de marca”.
“Pásale, diez pesos la prenda”, “escójale, bueno, bonito y barato”, “ropa para toda la familia”, se escucha gritar entre los pasillos en los que los puestos están colocados sobre tarimas improvisadas.
Los vendedores de ropa americana intentan atraer la atención de los clientes y es que no solo personas de bajos recursos acuden en busca de una prenda, sino también de la clase media, quienes van atraídos por las prendas de saldos.
“El detalle está en buscar, pues no solo se encuentra ropa usada, sino también lo que ya no quieren las grandes cadenas, por eso buscamos la ‘premium’. Es ropa nueva y de marca, la que encontramos en Sam’s, Palacio de Hierro o Liverpool”, nos comenta una mujer que está esperando sus pacas, sin mencionar la cantidad de pacas o el precio al que le dieron el paquete “premium”.
Más tarde, otro de los vendedores explica sobre los precios para poner un bazar de ropa para venta por pieza:
“Mire joven, hay pacas de cien libras, aproximadamente 45 kilogramos, todo depende de la ropa que esté buscando. Además hay de calidad, la de primera, la “premium”, de segunda y tercera. La quiere mixta, es decir de mujer y de hombre, 80-20, es decir 80 por ciento mujer, 20 por ciento hombre; para niño y niña, solo de niña”, todo lo anterior varia el precio.
El despachador incluso nos recomienda saber con quién comprar, pues “en muchas ocasiones dan gato por liebre”, es decir, encima de la paca se encuentra la ropa de calidad pero al interior sale toda la ropa que está dañada.
Las pacas baratas están desde los cinco mil y ocho mil pesos, pero también hay de hasta 15 y 20 mil pesos. El precio va a variar dependiendo del cliente y el vendedor, de los arreglos, de la frecuencia de la compra. Pero para abrir un buen bazar para no perder clientela y estar surtido, recomienda tener unos 50 mil pesos en mercancía.
En el tianguis de San Martín Texmelucan son cerca de cien personas las que venden cada semana ropa americana y algunos tianguistas ya solo mandan directamente las pacas al domicilio de su cliente. Ya no es necesario que lleguen al tianguis.
LA SANIDAD
Las autoridad han reconocido que puede existir un foco de infección en la compra de este tipo de ropa, pues durante el transporte, principalmente de contrabando, no se sabe en las condiciones en la que es trasladada hasta el lugar donde se adquiere finalmente, sin embargo, no hay miedo por las personas que prefieren comprar este tipo de mercancía, pues señalan que la lavan muy bien antes de usarla y hasta el momento no han tenido infecciones.
“Yo compro aquí mi ropa, es de marca, más barata, alguna es de saldo, no la vendieron por que le faltó un botón o porque se manchó, la arreglo y queda lista. La gente se imagina que la compré en una boutique o en el centro comercial”, expresa una mujer mientras escoge varias prendas entre cientos de modelos colocados en triplay sobre botes de plástico.
Aun así, cientos de compradores llegan a esta zona del tianguis de Texmelucan que se establece los días lunes y martes en busca de los mejores precios.
COMPETENCIA DESLEAL
José Luis Pérez Garay, líder de los maquileros en los estados de Puebla y Tlaxcala, reconoce que este tipo de mercancía que llega al país de manera ilegal acaba con la economía local, principalmente con los pequeños y medianos productores.
Explica que la gente deja de comprar la ropa mexicana, la que se produce en la región, por la que se paga impuestos, al no ver ventas, se cierran los talleres y por ende se pierden empleos.
Agregó que son varias las familias que se ven perjudicadas en la cadena que se hace al producir una prenda, pues están las que cosen, las que planchan, las que hacen el terminado, y otras más que están dentro de la producción del vestido.
LOS OPERATIVOS
En los últimos años no se han registrado operativos por parte del Sistema de Administración Tributaria (SAT), sin embargo, hay registros, tanto en la prensa estatal como local, de cómo se han decomisado cientos de toneladas de ropa que ha ingresado de manera ilegal al país.
Las fechas de los últimos operativos son 9 noviembre de 2010, 17 de febrero de 2012 y 17 de febrero de 2014. Desde entonces a la fecha no han sido reportadas otras incursiones de supervisión.
Aunque se tiene la idea de que en su mayoría la ropa americana es de contrabando, incluso puede ingresar de manera legal al país a través de las aduanas y esta no puede ser decomisada, sin embargo, para ello debe contar con su “guía” y un permiso que se otorga en la aduana mexicana.