Por inseguridad en los planteles educativas, representantes de la Sección 23 del SNTE en Tehuacán ordenaron a directivos organizar guardias de vigilancia entre el personal docente, generando una inconformidad de los profesores, quienes se opusieron y obligaron al sindica a retractarse.
Durante la tarde del pasado miércoles, los docentes de educación básica recibieron indicaciones de los jefes de sector para hacer un listado del personal docente, que debía organizarse para hacer guardias de vigilancia durante todo el periodo de vacaciones, del 22 de julio al 9 de agosto. Esto provocó la inconformidad interna de los docentes ante dichas indicaciones.
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Este jueves por la mañana, los docentes manifestaron su inconformidad de manera pública, señalando que tienen derecho a disfrutar de días de descanso y que no es justo que ahora sean ellos quienes realicen el trabajo de un vigilante. "Tenemos derecho a vacaciones, nos hacen estar en cursos que ya tomamos y ahora quieren que seamos vigilantes", señalaron.
La jefa de Sector de Escuelas Primarias Federales, Xóchilt Morales de Jesús, pidió paciencia a los docentes, indicando que estaban a la espera de un comunicado, pues la indicación de la Subsecretaría de Educación Básica era que había necesidad de que alguien cuidara las escuelas debido a los robos o desmantelamientos que se habían registrado durante estos días de ausencia.
Agregó que, además, a partir del 5 de agosto se comenzarían a entregar los libros de texto gratuitos, por lo que era necesario que alguien estuviera al pendiente. Recordó a los docentes que no eran vacaciones, sino solo un receso. Antes de que terminara el turno matutino, llegó un comunicado por parte del SNTE de la sección 23 y de los jefes de sector.
En el documento se indicaba que solo se enviara una lista con el nombre y teléfono del director de la escuela, así como del personal de apoyo y asistencia a la educación. En caso de no contar con estas figuras en las instituciones, podrían colocar los datos de algún padre o madre de familia del comité de padres para que fueran ellos quienes mantuvieran vigilada la escuela.
Se especificaba en el documento que la finalidad era poder entablar comunicación en caso de que se presentara alguna situación en las escuelas, para monitorear que no fueran vandalizadas y evitar la sustracción de los uniformes escolares que ya se encontraban en las instituciones o, en su caso, recibir los libros de texto.
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"No omito mencionar que no es necesario que permanezcan en las escuelas de manera presencial, pero sí estar pendientes por los medios necesarios para establecer una comunicación efectiva y dar atención de manera pertinente a los imprevistos que se puedan generar", concluía el documento enviado, lo cual dio tranquilidad a los docentes.
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