El fantasma de una extraña mujer que quedó atrapado en una fotografía de 1910 en Zacatlán, conmemorando el primer centenario del inicio de la Independencia, dio motivo a un vitromural con características que la podrían convertir en pieza única en el mundo, considerando que no hay atractivo turístico y artístico que tenga como elemento a un fantasma, la Independencia y elementos masónicos conviviendo de manera armónica.
Ubicada en el "Callejón de hueso", en este municipio manzanero, la fotografía original de Sergio Ortega, muestra unas columnas y diferentes personajes que festejaban el primer centenario del México independiente.
Entre los personajes, de manera discreta y al fondo, una extraña sombra negra aparece, con un aspecto fantasmagórico; al observarla, despierta el sentimiento de un espectro que quedó capturado muy posiblemente por accidente.
Parece el cuerpo de una mujer, cubierta por un chal. Viste de negro y parece observar a los asistentes. Su aspecto en la foto, además de su traslucidez, no encaja en el contexto de la imagen tomada en una de las principales calles de la cabecera municipal.
La fotografía quedó olvidada por el tiempo y al resguardo de una familia zacateca. Entonces, la obra de artistas impulsados por Mary Carmen Olvera Trejo, desde hace seis años y a través de cuatro etapas en las que se ha desarrollado esta expresión artística, en la fase que actualmente se está desarrollando, en el otrora puente "De la paz", bajo el nombre Zacatlán de mis recuerdos", reprodujo la histórica fotografía y en la placa explica:
"Centenario de la Independencia 1810-1910. El primer centenario de la Independencia de México se celebró, en Zacatlán, con un arco conmemorativo hecho en la acera Morelos; este arco tiene varios símbolos de la masonería, las columnas de nombre Jaquim y Boaz, izquierda y derecha, respectivamente, mismas que se encontraban en la entrada del templo de Salomón.
Sobre la columna derecha se encuentra un globo terráqueo con Hermes Trimegristo, Dios griego de la comunicación. Sobre la columna izquierda un pebetero con fuego blanco... Esta foto es rica en detalles, se observa la única mujer, enigmática y sombría ¿fantasma?, misma que se confunde con el fondo oscuro de la puerta", se lee en la descripción.
En la placa se detalla que "El carnalito" o "El Negro", perro callejero de la zona que los acompañaba diariamente. Un día, una camioneta lo atropelló y llegó al callejón del hueso a morir. Lo añadieron, aunque en la foto original no aparece.
En la fotografía original, facilitada por Olvera Trejo, por si fuera poco, también aparece un extraño elemento, una bruma blanca, en la parte superior izquierda, que no correspondería a un ave en vuelo, lo que hace jugar con la idea de la manifestación de un alma.
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