La roya y la muerte de su padre la marcaron, pero también fueron los motores para que entregara su vida al café. Hoy en día, Martina Luna, originaria del municipio de Zongozotla es considerada la mujer con el mejor café de especialidad en Puebla.
El padre de Martina Luna falleció cuando ella tenía 19 años y desde ese entonces se dedicó a trabajar con su madre en la producción de este grano. No terminó la preparatoria a pesar de que tenía muchos anhelos de ser profesionista, pero gracias al trabajo que emprendió en el campo pudo tomar cursos y actualizarse.
“Las ganas de estudiar no me faltaron, pero mi papá falleció y mi mamá no tuvo manera de obtener dinero y darme una carrera profesional. Entonces para salir adelante empezamos a trabajar en un pedazo de terreno que tenía mi mamá y retomé lo que en un pasado le habían enseñado a mi mamá: el cultivo de café”, compartió.
Martina no sólo ha sido catalogada como la mujer con el mejor café de especialidad por Yara, compañía de nutrición de cultivos. Sino que también está dentro de los 10 jóvenes mexicanos reconocidos en el ranking de productores para el futuro de Latinoamérica y ganó la taza de plata al concursar en la categoría de naturales que lanzó Yara Champion Program Coffee 2021.
“Empecé a trabajar desde los 19 años en adelante. Empecé a trabajar con mi mamá en una plantación de café, en un terreno que tenía ella (...) las plantaciones fueron nuevas y fui de la mano con ella, echándole ganas a esta producción”, agregó.
En entrevista con este medio, Martina dijo que llegó a los concursos que ha ganado gracias a sus ganas de querer actualizarse, gracias a sus ganas de querer salir adelante, pero también a raíz de la roya, debido a que este hongo por poco termina con sus cultivos.
“Nos afectó la roya en el café y fue así que empecé a buscar alternativas para cuidar el campo y también empecé a meter nuevas variedades en nuestro terrero”, comentó.
Actualmente Martina sigue trabajando tal y como inició con su madre, pero ahora al lado de su esposo, quien la motiva para ser una emprendedora del café.
“El café para mí es muy importante, vivo de él. Aquí la mayoría de las personas en mi municipio se dedican a eso y es el sustento de muchas personas. De esto vivimos, de esto trabajamos y de esto salimos adelante. Mi objetivo es tener buena producción año con año como productores”, indicó.
Al preguntarle cómo se siente al haber recibido premios por su trabajo responde: orgullosa. Dijo que este orgullo es más grande al ser mujer, ya que muchos pensarían que el trabajo de campo es exclusivo de hombre, pero no es así, las mujeres también tienen un peso importante en el café poblano.
“Me gusta saber que fui mi esfuerzo lo que me llevó a tener éxito. Tuve que pasar por varias etapas en Yara y de esa manera me abrieron las puertas en más certámenes para poder tener certificaciones. Como mujer estoy más orgullosa de poder promocionar mi café y sigo emocionada”, concluyó.