Las personas que viven en Juan C. Bonilla y deben trasladarse a municipios cercanos como Cholula o Puebla por temas laborales o para ir a la escuela, viven diariamente un calvario porque solamente una línea de transporte público los lleva a los puntos cercanos, y el tiempo de espera para tomar la ruta s12 va desde los 10 hasta los 30 minutos, lo que atrasa el resto de las actividades cotidianas.
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A un costado de la presidencia municipal está instalado el puesto de Rosario, una mujer que se dedica a la venta de tamales y atoles en la zona. Cada cierto tiempo, dependiendo de la afluencia de sus ventas, tiene que trasladarse a otros lugares, principalmente Cholula, para adquirir los insumos e ingredientes que le permitan cocinar la comida.
Esos días tiene que levantarse muy temprano, cuando recién el sol comienza a vislumbrarse, para tomar una de las primeras combis y aprovechar el día. En promedio, espera entre 15 a 20 minutos para abordar el camión, y aunque parece poco tiempo, ha visto como esa situación afecta a las personas que salen por temas de trabajo, escuela o que tienen un negocio.
Depende del trayecto es el tiempo de recorrido, en su caso, varia de los 20 a los 40 minutos, aunque también depende de la velocidad con la que maneje el conductor.
Otro caso respecto a cómo afecta la falta de transporte a los usuarios del transporte público es la historia de Ángela, una mujer que acude alrededor de dos veces por mes al municipio de Juan C. Bonilla por temas laborales.
“Yo no vengo tan seguido, solo voy de paso, pero, cuando vengo es complicado porque a veces el transporte se tarda mucho, y como va haciendo paradas es más difícil”, comentó con este medio.
¿A qué se puede deber las pocas opciones de transporte público?
Consideró que, la poca afluencia de combis puede deberse a la poca cantidad de habitantes que hay en la zona. Tiene una población de casi 24 mil habitantes, según datos del INEGI y se ubica a una hora de distancia de la ciudad de Puebla.
A lo anterior se suman las problemáticas que persisten en el transporte, como las malas condiciones en las que están las unidades, los malos tratos por parte de los choferes y su negativa para hacerle el descuento a los estudiantes, así como a las personas de la tercera edad, por mencionar algunas.
Desde la perspectiva de ambas mujeres, las autoridades municipales deberían autorizar mínimo la circulación de otra línea del transporte público, con el fin de que existan más opciones para salir del lugar.
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Lo anterior derivado de que, las personas recurren a otras alternativas para salir del municipio como el uso de moto taxis, pero representa un gasto extra al que tenían destinado y es menos seguro.