Tehuacán, Pue.- Tras las fuertes lluvias que se han registrado en los últimos días, las vialidades de la ciudad se han deteriorado tanto que los transportistas señalaron que están “para llorar” o que parecieran que están “minadas”; aunque reconocen que este problema se debe a la inclemencia del tiempo, también responsabilizan a las autoridades locales por la falta de mantenimiento.
Enorme baches, hundimientos, coladeras abiertas, obras inconclusas y pequeños socavones son parte de lo que han dejado las constantes lluvias, siendo este el motivo por el cual los transportistas, tanto del servicio colectivo de ruta como los taxistas, manifestaron su enojo ante las condiciones deplorables de las vialidades, ya que esto se traduce en un gasto en la reparación de sus vehículos.
Desde mil pesos para la reparación de una muelle hasta más de 10 mil pesos en la reparación de una suspensión completa es lo que han tenido que desembolsar los choferes del transporte público tras caer a una zanja o a una coladera, los cuales coincidieron que ni el centro de la ciudad se salva de tener calles deterioradas o en mal estado.
Por su parte, el líder de la Alianza del Autotransporte de Tehuacán y la Región, Rodolfo Montalvo Cruz, dijo que las calles están “para llorar”, y detalló una larga lista de vialidades que presentan irregularidades y que los mismos choferes les reportan.
A su vez, agregó que este tipo de problemas se presentan hasta en obras que apenas han entregado las autoridades.
Agregó que, aunque es entendible que las lluvias no se pueden controlar, las condiciones deplorables en las que están las vialidades son una consecuencia de la falta de atención de la autoridad municipal, pues consideró que solo algunas que tienen adoquín se logran salvar y es donde se puede circular.
En el caso del gremio de los taxistas, el líder de la CTM, Fermín García Amayo, indicó que la ciudad pareciera que esta “minada”, ya que hay baches y desperfectos por todos lados y que lo más grave es que después de las lluvias las coladeras están destapadas y pese al riesgo que significa que un auto o persona caiga, éstas permanecen así, hasta que al algún vecino se acomide a señalar el peligro.
Por último, coincidió en que nunca han visto que a una validad se le dé mantenimiento adecuado, pues desde que hacen una obra, la abandonan hasta que de plano está “tronada” y sólo así es cuando vuelven a invertir en su reparación.
“Hemos visto más a ciudadanos tapando baches en las calles que a la autoridad… a ellos les damos desde los 10 hasta 40 pesos, porque ellos nos ayudan a reparar las calles”, señaló.