Los conductores de una moto y de una bicicleta colisionaron fuertemente en la zona norte de Atlixco. Primero corrió el rumor sobre la responsabilidad del motociclista. Horas más tarde quedó claro, a partir de versiones de testigos, que el segundo vehículo, conducido por una mujer, es quien cometió un error al no detenerse en señal de alto.

Los hechos sucedieron el pasado miércoles sobre el bulevar Rafael Moreno Valle, una de las dos salidas más importantes de este lugar a la capital del estado. Hubo tres personas lesionadas gravemente, entre ellas la chica menor de edad y los dos de la motocicleta, hospitalizados ya en el Complejo Médico Gonzalo Río Arronte.

Apenas el lunes pasado el chofer de una motocicleta derrapó al perder el control de la unidad por el exceso de velocidad y terminó debajo de las llantas de un camión del transporte público. Murió prácticamente al instante.

Los hechos ocurrieron sobre la carretera estatal Atlixco a la Junta Auxiliar de Metepec, a la altura del conocido como puente del Charro Negro y muy cerca del Hospital número 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Algunos testigos del percance dieron a conocer la unidad de la ruta Atlixco- Metepec- San Baltazar Atlimeyaya se desplazaba en el carril hacia ésta segunda comunidad cuando de la pronunciada curva salió la motocicleta.

“El conductor de la moto intentó frenar de golpe para no impactarse de frente con el camión. Pero en el intento derrapó y quedó a merced de las llantas del pesado coche. Es decir, el chofer de éste último de ninguna manera tuvo responsabilidad”, citaron fuentes.

El jueves 22 de julio la combinación entre volante y alcohol dejó al menos tres personas lesionadas de gravedad, entre éstos un menor de edad, quienes quedaron internadas en el Complejo Médico de Atlixco tras la colisión de frente entre dos autos particulares.

Los hechos ocurrieron en el kilómetro 25 + 800 de la carretera federal Atlixco- Puebla, a la altura de la comunidad de Tehuixpango y muy cerca del fraccionamiento de Casas Geo. “El probable responsable pasará un dictamen médico para determinar el grado de alcohol con el cual manejaba. Mientras quedó a resguardo de la policía local”, citaron fuentes.

SUMAN 20 PERCANCES

En los años 2019 y 2020 el promedio mensual de percances viales, donde hubo consecuencias fúnebres y hospitalarias, en la mancha urbana de Atlixco fue de 20 registros. En la mayoría quedaron involucrados autos, motocicletas, transeúntes y bicicletas, de acuerdo con los datos oficiales de colectivos locales.

“En el 2019 quedaron en 247 y el año pasado en 259. Más de 500 en 24 meses con esas características. Es decir, pueden considerarse en un rango del uno al diez en riesgos, de siete. Con muertos o lesionados de consideración. Y por momentos, los dos escenarios”, sostiene un diagnóstico de los propios colectivos dedicados a monitorear el tema.

Y son accidentes, expone el documento, como la tragedia de los menores de edad arrollados por un individuo manejando en estado alcohólico, hasta la falta de respeto a los señalamientos viales tal y como sucedió en el último antecedente del miércoles por la tarde. Pasando por el exceso de velocidad para terminar debajo de las llantas del transporte público.

LOS CRUCES

Norberto Sánchez Mirón, del colectivo Visión Urbana 20-29, admitió en Atlixco existen al menos una decena de cruces peligrosos los cuales requieren de modificaciones emergentes con el fin de evitar más incidentes y sobre todo muertes. “Los cuales son tarea de la siguiente administración con el gobierno estatal. Desde luego uno de éstos es la calle Xalpatlaco donde ocurrió el atropellamiento de los menores de edad, muy cerca de la unidad habitacional Infonavit”.

Otro, destacó, es el cruce de la asta bandera donde se unen el corredor Gastronómico, la carretera federal Atlixco- Puebla y el bulevar Rafael Moreno Valle. Al norte de la mancha urbana. Ahí entre el 2018 y el 2020 ocurrieron uno de cada cuatro siniestros fúnebres con autos y motociclistas. El paso rumbo a Plaza Moraleda, recordó, donde todos los días decenas de personas no usan el mobiliario urbano como el puente peatonal por ser poco funcional y adaptable