Huauchinango, Pue. – La presa de Necaxa no solo sirve para generar energía eléctrica; los pescadores de Patoltecoya y otros lugares viven de los peces que se producen en ella, con una producción de aproximadamente 500 kilos al día. Además, la actividad económica alternativa que proporciona el turismo, como los avistamientos de aves y los paseos en lancha, también es significativa.
➡️ Únete al canal de El Sol de Puebla en WhatsApp y accede a la información más importante
Aunque es bien conocido que la presa recibe contaminación de los pueblos vecinos, como Huauchinango (la población más grande), así como de comunidades como Patoltecoya, San Miguel, Nuevo Necaxa y Necaxa, del municipio de Juan Galindo, entre otros, para los pescadores, “esto no es grave, ya que se trata de una contaminación biológica y no industrial, con sustancias altamente tóxicas”.
Indicaron que la presa, que forma parte del complejo hidroeléctrico Necaxa, ideado y construido para generar electricidad, también está sirviendo para actividades alternativas que no afectan su estructura y benefician a los pueblos originarios.
Explicaron que, hasta hace unos 15 años, pescaban sin moderación por desconocimiento. Sin embargo, la asesoría de algunas dependencias, como la Dirección de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, les ha permitido conocer más sobre una explotación moderada.
Hace más de una década, pescaban hasta una tonelada de peces; sin embargo, ahora, “respetando la veda y las cantidades recomendadas, apenas llegan a los 500 kilos para poco más de 30 pescadores que forman parte de una cooperativa”.
El pescado que obtienen, con especies como la trucha y la mojarra, lo venden principalmente en poblaciones cercanas del estado de Hidalgo, como Acaxochitlán y Tulancingo; de Veracruz, Poza Rica y Tamiahua; y algunas poblaciones de Tlaxcala, por mencionar algunas.
Recordaron que, con el ingreso al Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible (Procodes) que administra la Conanp, pudieron realizar un estudio con laboratorios certificados sobre la situación de la contaminación de la presa. Este estudio, realizado de manera física y biológica, arrojó resultados positivos para los pescadores, ya que el producto fue determinado apto para el consumo humano. La gestión se hizo cuando el presidente de la cooperativa era Eulogio Luna.
Al tener que moderar la pesca, comenzaron a emprender actividades económicas secundarias. Buscaron capacitación para ingresar en el servicio turístico, se certificaron algunos como guías de turistas por la Secretaría federal del ramo y empezaron a vender paseos en lancha. Ahora están completando su capacitación con la misma Conanp para guiar de manera especializada a avistadores de aves, lo que les brinda oportunidades eventuales de obtener un ingreso económico extra.
Los incendios espantaron algunas aves
De manera recurrente, la empresa Generadora Fénix, encargada de usufructuar la infraestructura que antes poseía la desaparecida Luz y Fuerza del Centro, vacía la presa como medida de Protección Civil en vísperas de las lluvias, lo que altera el ecosistema ya formado entre la flora y las aves.
Este año, en particular, los pescadores señalaron que la sequía y los incendios forestales ocurridos en el cerro de Necaxa o Necaxaltepetl provocaron que un par de águilas abandonaran el territorio. Un pelícano, que había llegado hace años con la aparente intención de quedarse a vivir, también se fue, junto con otras especies.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Los pescadores de la cooperativa de Patolteco ya esperan que pronto todo vuelva a la normalidad, que las aves que se fueron regresen y que ellos tengan una mayor variedad de aves en el paisaje que ofrecer a los turistas especializados.