San Lorenzo Chiautzingo, Pue. Productores de árboles frutales de las comunidades de Zecalacoayan, Tlatenco, Atzompan, Tetla y San Lorenzo del municipio de Chiautzingo, esperan obtener buenas cosechas de pera piña, que se inicia en el mes de agosto y concluye hasta octubre para comercializarla en la Central de Abasto de México y Puebla, así como en los mercados de la región de Texmelucan y Huejotzingo, tras las bajas ventas registradas en los dos años pasados a consecuencia de la pandemia.
El municipio de Chiautzingo, es una zona donde se cuenta con 3 mil 316 hectáreas de terreno para cosecha temporal y de riego, pero también son aprovechadas para plantar árboles frutales de diversas especies, por lo que la demarcación es rica en la producción del durazno, seguido del tejocote y la pera piña, por lo que esta última fruta se puede observar en los árboles frutales durante los meses de agostos, septiembre y octubre.
De acuerdo a los labriegos, en una hectárea donde se tienen arboles de pera piña se llega a recoger 50 toneladas de este fruto, por lo que se habla que se llega a cosechar alrededor de 15 mil toneladas, donde el 40 por ciento se echa a perder porque se deja tirada en los predios, mientras que el 60 por ciento restante es la que se llega a comercializar en la central de México y Puebla, en mercados de Huejotzingo, Texmelucan y Huixcolotla, así como amas de casa la ofrecen por kilo, cubeta o bolsa en las comunidades aledañas.
Pero este año los productores esperan recuperarse económicamente, tras haber sufrido las consecuencias de dos años de contingencia sanitaria, que obligo cerrar mercados, centros comerciales y el retiro de ambulantes de las calles, y que repercutió en la venta de dicha fruta afectando la economía de las familias.
Cabe mencionar que los productores también son presa del coyotaje, es decir que hay personas que se dedican a comprar las parcelas de árboles de pera a bajo costo y ellos la revenden con algunas empresas dedicadas a la elaboración de jugos, y otros la venden en las centrales de abasto para su comercialización, de ahí la importancia de que los labriegos sean apoyados por autoridades para que la venta sea directa.