Casi 500 kilogramos de material contaminado de alto riesgo biológico para la población, presuntamente provenientes de granjas avícolas, fueron desechados en un predio del municipio de Tehuacán. Las autoridades fueron alertadas y el riesgo fue contenido.
Lo anterior fue dado a conocer por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), a través de un comunicado de prensa. En el rotativo se puntualizó que el hallazgo ocurrió el pasado jueves 31 de marzo y que todos los artículos encontrados en esa demarcación, representaban un riesgo a la salud pública.
De esta manera, se informó que la dependencia conoció de estos residuos peligrosos biológico-infecciosos (RPBI), por medio de una denuncia realizada con antelación. Los mismos fueron encontrados en un terreno ejidal de esa alcaldía. Sin ofrecer mayores detalles sobre los particulares encargados de la administración del lugar, o bien, de los actores responsables de verter los desechos, sólo se puntualizó que los mismos eran provenientes de una granja avícola.
En ese tenor, la Profepa enlistó que se logró el hallazgo de 400 kilos de residuos no anatómicos y al menos 80 kilos más de objetos punzocortantes. Ante el inminente peligro que esto representaba para la población tehuacanera, la institución puso en marcha un operativo de limpieza y desinfección, en coordinación con personal de la Dirección de Ecología de ese ayuntamiento poblano.
Además, se estableció que para el correcto manejo de todos los residuos, fue necesaria la contratación de una empresa autorizada para garantizar una recolección adecuada y apta del contenido, con el objetivo de resguardar la seguridad de la población y de las mismas autoridades. Esa misma organización fue la encargada de trasladar los desechos a un lugar adecuado y destinado exclusivamente para ese fin.
Es importante mencionar que entre los residuos, se encontraron varios envases de medicamentos y antibióticos exclusivos de uso veterinario. Uno de ellos fue Amoxoil Retard, mismo que es usado regularmente para tratar infecciones digestivas, respiratorias y cutáneas en especies bovinas, porcinas, ovinas, así como perros y gatos. Sin el control adecuado, las personas que tienen exposición con esta sustancia pueden desarrollar hipersensibilidad y hasta urticaria moderada y fuerte.