Huauchinango, Pue. El programa Sembrando Vida no permite el ingreso a pequeños propietarios de tierra y son los que abundan más en la sierra y son más pobres, señaló Bernabé Yáñez, facilitador del esquema federal al hablar sobre los beneficiarios y las reglas de operación.
En entrevista, el funcionario federal calificó como una “una leyenda urbana” el dicho, que apunta a que los beneficiarios de la política federal “han quemado monte o han talado árboles para llenar los requisitos para ingresar a los apoyos”.
Reveló que en Huauchinango sí hubo un aspirante que como su terreno rebasaba el número de árboles, decidió “meterle lumbre para disminuir los maderos e ingresar”, sin embargo, aseguró que al regresar y decir que ya reunía lo que pide la norma de operación, se le negó su ingreso.
El funcionario expresó que el programa establece un mínimo de dos hectáreas y media de terreno para ingresar al programa y compartió que lo que él coordina son doce municipios, siendo Huauchinango el más grande, aunque este tiene menos de 200 sembradores.
Indicó que en Puebla hay más de 16 mil beneficiarios y él en su región, sólo tiene mil personas que reúnen 2 mil 500 hectáreas de superficie.
Aprovechó para decir que, en la inauguración de apertura de trabajo, se realizará una actividad de muestra de árboles y plantas entre los sembradores de la región de Huauchinango, en la que se intercambiarán plantas y se practicará el trueque.
El evento será el 15 de junio en la comunidad de Venta Chica que se ubica a un costado de la carretera federal en uno de los terrenos de los sembradores.
SOBRE EL PROGRAMA SEMBRANDO VIDA
El programa de Sembrando Vida, según el portal oficial, “busca atender dos problemáticas: la pobreza rural y la degradación ambiental. De esta manera, sus objetivos son rescatar al campo, reactivar la economía local y la regeneración del tejido social en las comunidades”.
De acuerdo con los requisitos indicados en el sitio, los interesados deben contar con documentación que acredite la propiedad del terreno, además de que debe estar ubicado a no más de 20 kilómetros.
Las condiciones son que para ser beneficiario debe estar orientado a un núcleo familiar, por lo que las 2.5 hectáreas pueden sumarse hasta con tres secciones de terreno. Además, las tierras deben estar en abandono, sin conflictos, no haber sido quemadas o taladas y sean utilizadas para la milpa o que tengan acahual bajo.