Con el fin de apoyar su repudio en contra de empresas mineras asentadas en este lugar, pobladores de municipios como Tétela de Ocampo, Aquixtla, Cuautempan, Zongozotla, Zapotitlán de Méndez, Huitzilan de Serdán, Cuetzalan, Chignahuapan, Zacatlán, entre otros, participaron en una manifestación de más de 200 vehículos, que partió del deportivo de Santa María hacia San Francisco Ixtacamaxtitlán, portando lonas, pancartas y consigas, en contra de dichos proyectos.
A bordo de dichos vehículos, cientos de pobladores, externaron su inconformidad en contra del asentamiento de empresas mineras que según dieron a conocer, afectarán cerca de 56 mil hectáreas de bosques y fauna, pero además contaminarán el agua que nace en los cerros de esta región.
Dicha reunión, se dio cerca de las 8:00 horas del sábado 17 de marzo en la comunidad de Santa María Zotoltepec, la comunidad más cercana al sitio donde la canadiense pretende crear una mina a cielo abierto que requerirá abrir un tajo de más de mil metros de diámetro —equivalentes a 140 campos de futbol— para explotar oro y plata; ahí fue la primera parada de la Caravana por la Vida y contra la Minería organizada por habitantes del municipio de Ixtacamaxtitlán y comunidades aledañas.
Más de 300 manifestantes se congregaron a la entrada del pueblo para rechazar el proyecto de Almaden Minerals. Campesinos, comerciantes, amas de casa, jóvenes e incluso familias enteras presenciaron una representación teatral a cargo de estudiantes de la licenciatura en Desarrollo Rural del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural, Promoción y Desarrollo Social (Cesder-Prodes) y escucharon algunos discursos en defensa de la tierra.
“Una vez más, en el caminar de esta lucha de ya casi cinco años, venimos a manifestar de manera contundente nuestro rechazo al proyecto minero de Almaden Minerals por los abusos y las violaciones que está cometiendo en nuestros territorios y comunidades campesinas e indígenas; y también venimos a pedirle a la población de Santa María que cierre las puertas a este proyecto y sea expulsado de manera definitiva de nuestras comunidades”, señaló la activista Ignacia Serrano de la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa del Agua y de la Tierra Atcolhua.
De igual forma, expusieron las principales consecuencias en torno a la instalación de empresas mineras, entre la que destacaron la contaminación del río Apulco, que se trata del principal afluente de la sierra nororiental y que a su paso, dejará una estela de contaminación, que podría causar la muerte de miles de personas.
De este modo, señalaron como principal responsable a la empresa Almaden Minerals, así como a sus filiales Gorrión, Gavilán y Zapata, mismas que ya se encuentran en operaciones y que desde un inicio ha dejado serias afectaciones sus tierras, de allí que advirtieron harán todo los necesario, para evitar que estos “proyectos de muerte”, sigan contaminando y destruyendo su entorno.
En dicho evento, también tuvo lugar un ritual en honor a la madre tierra, en una clara alusión para desmentir las recientes declaraciones de la consultora GMI Consulting que, en un estudio que realizó para la minera, declaró que no existe población indígena en la zona de impacto del proyecto.
Indígenas de este municipio, denunciaron abusos a los derechos de la salud, agua y un medio ambiente sano, así como a la consulta previa, libre e informada, sobre el destino de esta región y de sus recursos naturales que el gobierno mexicano está obligado a cuidar.
Posterior a ello, los miles de asistentes abordaron vehículos para dar inicio a la marcha con rumbo a San Francisco Ixtacamaxtitlán, portando mensajes de repudio y descontento hacia estos proyectos, solicitando además la atención de los gobiernos, quienes deben de intervenir, para lograr que esta trasnacional, quede fuera del territorio poblano y mexicano. La Caravana formada por decenas de camiones de redilas, camionetas pick-up y automóviles, podía verse desfilar en la carretera hacia la cabecera municipal.
En esta manifestación, participaron agrupaciones, tales como la Coordinadora Plan de Ayala (CNPA), Movimiento Independiente Obrero, Campesino, Urbano y Popular (MIOCUP), Unión de Comunidades y Ejidos en defensa de la tierra, del agua y de la vida, Comisariados ejidales unidos en la región nororiental, entre otros.
EL PROYECTO MINERO
El objetivo de la canadiense es explotar los depósitos de oro y plata que ha encontrado en el subsuelo de Ixtacamaxtitlán, para lo que necesita obtener el permiso de uso de suelo, facultad que está en manos del presidente municipal, Eliazar Hernández Arroyo, de extracción panista.
Durante el acto central en San Francisco Ixtacamaxtitlán los oradores exigieron al edil que no concediera el uso de suelo para la explotación minera, debido a que los múltiples daños al agua, al medio ambiente y a la salud superarían los beneficios que obtendría la población.
En su intervención, Benjamin Cokelet, director ejecutivo del Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (Poder), dijo que gracias a la oposición de las comunidades el valor accionario de esta empresa se encuentran hoy en el punto más bajo de los últimos años, al pasar de 2.84 USD por acción a sólo 0.82 USD.
El proyecto minero Ixtaca, como lo denomina la empresa, se localiza en la cabecera de la cuenca del Río Apulco, a unos cuantos metros de la población de Santa María, y afectaría las tierras de cultivo de la población de Loma Larga, entre otras, además del suministro de agua de más de mil 600 personas que habitan en las 11 poblaciones que estarían dentro de la zona de impacto directo de la mina.