Vicente Guerrero.- El miedo por lo que está pasando en la laguna de San Bernardino Lagunas ha llevado a que los habitantes del pueblo le dedicaran una misa a este espacio, orando para que el problema de la muerte de miles de peces no sea grave. Ante esto surgen mitos y leyendas, aunque consideran que lo más probable es que se trate de una actividad volcánica.
Durante la mañana de este viernes, habitantes de la comunidad se concentraron a un costado de la laguna grande, donde se colocó un pequeño altar para llevar a cabo una celebración eucarística con el sacerdote de la comunidad. Los fieles pidieron a Dios que no se pierda este lugar, que se había convertido en un atractivo turístico.
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Al platicar con los habitantes, hablan de mitos y creencias, siendo una de ellas que el hecho de que los peces estén muriendo y el nivel del agua esté descendiendo es porque la comunidad no está teniendo un comportamiento adecuado. “Los abuelos nos dicen que este es un castigo porque nos estamos portando mal”, señaló uno de los habitantes de esta zona.
Otra de las creencias que se comentan entre las familias es que está despertando un volcán que durante muchos años ha estado inactivo. Explican que el hecho de que haya “despertado” está expulsando químicos que se están mezclando con el agua de la laguna y esto es lo que está causando la muerte de los miles de peces que han aparecido muertos.
Señalaron que en este momento hay mucho miedo por lo que está pasando y piden que las autoridades actúen lo más pronto posible. En el caso del Presidente Municipal, Francisco Javier Hernández Morales, ni se ha presentado en esta población, y el Edil Auxiliar solo llegó a tomarse unas fotos y comenzó a convivir con algunos habitantes.
Dijeron que, aunque sí reconocen que hizo presencia la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el personal les indicó que los resultados los estarán dando hasta después de 20 días, lo cual para ellos es mucho tiempo, porque existe un riesgo para toda la comunidad. Por lo tanto, piden acelerar los análisis y lo más pronto posible informar a la comunidad de lo que está pasando.
Explicaron que es una tristeza para todo el pueblo ver en estas condiciones esta laguna. El cuidador de este lugar, que está a punto de cumplir 100 años de edad, Cándido Cruz Huerta, quien desde niño ha protegido la laguna sembrando diferentes especies de peces, pide a los habitantes que exijan a las autoridades atender este problema y rescatar los pocos peces que existen ahí.
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Lamentablemente, quienes también se suman a este sentimiento son alrededor de 20 familias que desde hace algunos años comenzaron a ofrecer servicios turísticos a los visitantes. Cada semana llegaban familias a comer o a pasear en lancha, pero ahora existe la posibilidad de que, por miedo, dejen de visitarlos.