Reconocen docentes de Tehuacán eficacia de “Ponte al 100” más de una década después

En el estado de Puebla se reporta que el 30% de los niños padecen sobrepeso

Iván Rodríguez / El Sol de Puebla

  · lunes 25 de noviembre de 2024

Afuera e las escuelas se venden productos chatarra. Foto: Juan Ambrocio / El Sol de Puebla

Después de más de 10 años desde que las autoridades federales abordaron el problema de la salud infantil, docentes de educación física recuerdan uno de los programas que mejores resultados arrojó, pero que lamentablemente se perdió. Se trata del proyecto “Ponte al 100”, mediante el cual, a través de ejercicios, se detectaban problemas de salud en los menores y se indicaba a los padres las acciones que debían tomar.

En el estado de Puebla, donde se reporta que el 30% de los niños padecen sobrepeso, lo que ubica a la entidad en el quinto lugar a nivel nacional en obesidad infantil, se reconoce que esta situación ha generado un serio problema de salud pública. Este problema podría derivar en enfermedades como diabetes, complicaciones cardíacas e incluso la muerte. La obesidad infantil y la diabetes mellitus representan una pandemia que ya está presente.

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Desde 2013, la obesidad infantil era un tema prioritario para el gobierno. La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y una empresa refresquera implementaron el programa piloto “Ponte al 100”, que consistía en una serie de mediciones y pruebas abiertas a estudiantes de primaria y secundaria. Este incluía la medición de signos vitales como pulso en reposo, oximetría y tensión arterial.

Asimismo, se registraban indicadores morfológicos, como la estatura (de pie y sentado), el peso (en posición vertical y horizontal), el porcentaje de grasa corporal y la postura. También se realizaban pruebas psicopedagógicas para evaluar memoria y atención, complementadas con exámenes de desempeño físico que medían fuerza, velocidad, potencia y resistencia aeróbica.

Gustavo Cabrera, profesor de educación física que lideró este proyecto en el sector educativo, recordó que fue un programa gubernamental en el que se invirtieron grandes recursos. Aunque pocos lo mencionan, señaló que este programa fue vendido a otros países de Centroamérica y abandonado en México, a pesar de los resultados positivos que estaba generando.

El profesor explicó que, tras recopilar los resultados de las pruebas, estos se compartían en una página central. Al final del año, se enviaban hojas con los diagnósticos y recomendaciones sobre alimentación y atención médica para los más de 5 mil alumnos evaluados. “Te regresaban una hoja que detallaba el estado de salud del menor, los ejercicios que debía realizar y cómo debía ser su alimentación”, relató.

Los tiraderos no pudieron ser resueltos por la administración anterior. Foto: Juan Ambrocio / El Sol de Puebla

Señaló que estas recomendaciones se compartían con los padres, a quienes también se les indicaba qué especialista debían consultar, como un ortopedista o un nutriólogo, según el padecimiento del menor. "No solo se decía que el niño tenía obesidad, sino que se explicaba qué acciones tomar. Sin embargo, de un día para otro, se ordenó a los docentes de educación física de las 19 regiones federales y estatales que recogieran todo el material", lamentó.

El programa, que durante cuatro años se aplicó en todas las escuelas de Tehuacán y Ajalpan, llegó a su fin. Actualmente, no existe ningún programa que detecte de manera específica el estado de salud de los menores. “Un programa así de específico, no. Aunque hay escuelas que tienen como meta cuidar la alimentación de los niños, involucrando a los padres de familia”, señaló Xóchilt Morales de Jesús, jefa del sector de primarias federales.

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Es importante mencionar que el pasado 30 de septiembre de 2024 se validaron los acuerdos de los lineamientos generales para las escuelas. Estos establecen normas sobre la preparación, distribución y venta de alimentos y bebidas preparados, procesados y a granel, además de fomentar estilos de vida saludables para todos los estudiantes de nivel básico.

Aunque la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha tomado medidas al respecto, expertos en el tema y quienes participaron en el programa “Ponte al 100” advierten que estas acciones carecen de un diagnóstico claro sobre el estado de salud de los estudiantes. Proponen que las instituciones educativas incluyan en sus proyectos herramientas de evaluación diagnóstica, y se ofrecen como apoyo para su implementación.