El 33.6 por ciento de participación ciudadana en las mesas receptoras de votos registrado este domingo en Atlixco, durante la contienda por la gubernatura, fue el más bajo en la historia electoral de este sitio, confirmaron autoridades electorales y representantes de partidos políticos.

El último antecedente con esas características, subrayó Jorge Pineda Ramírez, operador político del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ocurrió en la contienda federal de 1997 al ir apenas el 33.9 por ciento de los atlixquenses a las urnas.

Los datos oficiales son claros: de la lista nominal de aproximadamente 100 mil ciudadanos de este municipio, apenas 33 mil decidieron aparecerse en las mamparas para elegir a su nuevo gobernador.

¿Y ENTONCES?

“¿Para quién es el mensaje de la ausencia de los ciudadanos en las urnas?”, reflexionó Margarita Flores, la presidenta de la primera casilla electoral que llegó a la sede de la 13 Junta Distrital con sede en esta ciudad poco antes de las 19 horas de este domingo.

Y fue más allá: “dedicamos tiempo para aprender a contar bien los votos y entregar buenas cuentas para que finalmente no lleguen por sus boletas”, lamentó enseguida.

Margarita podría ser una de las consecuencias de este daño colateral llamado abstencionismo, personaje que marcó las tendencias y la ruta en este 13 Distrito con sede en Atlixco de hoy 2 de junio.

Entregó su paquete de la sección 202 de esta ciudad para después recibir una lata de refresco, una torta de milanesa y el “aventón” del capacitador electoral que desde el principio prometió regresarla, junto a su acompañante, a su casa de donde salió a las 7:30 de la mañana de ayer domingo.

“No son únicamente 12 horas. Es la idea de querer ayudar a tu país... a tu estado y a mi Atlixco de esa manera. Pero parece, por lo menos hoy, que el resto de ciudadanos no cumplieron su parte al ir con nosotros. Pero sus razones deben tener”, citó finalmente antes de la primera mordida a la torta.

Minutos antes de reanudar la sesión de la 13 Junta Distrital el Vocal Ejecutivo de ese organismo, Ignacio Calderón Vergara, admitió que fue una jornada “bastante tranquila y con incidentes menores”.

Quienes hicieron pronósticos fueron los representantes de los partidos políticos acreditados en el propio INE: “30 por ciento, 35 por ciento... quizá hasta menos”, dijeron sobre el grado de participación ciudadana.

Junto al “hartazgo” de los ciudadanos para con los tres niveles de gobierno, coincidieron, estuvo el dios Tláloc. “Cuando había la esperanza de que como todos buenos mexicanos llegarían a votar más personas de último momento, la intensa lluvia pareció cerrar la pinza de la indiferencia: 40 minutos antes de las 18 horas, tiempo marcado para el cierre de mesas receptoras, tronó toda aspiración”.

La dirección local y estatal de seguridad pública confirmaron una jornada sin contratiempos mayores. Y también la posibilidad, para la mayoría de funcionarios de casilla en este distrito, de tejer o de leer 20 páginas de un libro entre votante y votante certificaron el rechazo de los ciudadanos para escoger, en su mayoría, a su siguiente gobernador.