De nueva cuenta la violencia y confrontación aparece en el seno de los productores de la región de Atlixco, que están divididos. Esto en vísperas del arranque de una de las temporadas más importantes del año comercialmente hablando: la de Todos Santos.
El fantasma salió del baúl tras la clausura, de parte del Ayuntamiento, del terreno donde una de las partes aún intenta sobrevivir tras la separación de estos. En respuesta, los afectados quemaron este viernes los sellos oficiales de clausura y amenazaron con cobrársela sin importar el método.
Desde hace 18 meses, ambas partes no pudieron soportarse más y decidieron separarse con violencia, al grado de quemar, por ejemplo, una tanqueta de bomberos.
CARECEN DE LICENCIA
En un comunicado, el gobierno local anunció la medida referida: “La Secretaría local de Desarrollo Económico (SDE), a través de la Dirección de Industria y Comercio, clausuró el predio donde anteriormente estaba la plazuela del productor y que desde hace año y medio es usada por otro grupo opositor”.
Justificó que es un espacio comercial en el que se vendían productos del campo, ubicado en el bulevar Ferrocarriles esquina con Libramiento Sur.
La razón tras la clausura, describió el documento oficial, fue la falta de licencia de funcionamiento del predio y la cédula de empadronamiento que les permite a los comerciantes vender sus productos de manera legal.
Estas acciones, acotó la versión oficial: “Fueron ejecutadas sin alarde de violencia y siguiendo los protocolos en todo momento. Invitamos a los comerciantes a tramitar los permisos correspondientes para poder reanudar sus actividades comerciales”.
ADVIERTEN VIOLENCIA
Damián Linares habló a nombre de los afectados: “Quieren sacarnos de la jugada horas antes del inicio de la venta de flor de Todos Santos. Es claramente la ruptura de los acuerdos, de parte de la autoridad local para favorecer a los productores que están con ellos y son incondicionales del gobierno”.
Adelantó que en las próximas horas podrían darse actos de violencia y acusó que el personal del ayuntamiento colocó los sellos lejos de los puestos: “No pudieron o no quisieron ponerlos en la entrada principal de nuestro predio. Fue en una orilla, por ese motivo la gente decidió deshacerse de ellos a su manera: con fuego”, expresó Linares.