TEPANGO DE RODRÍGUEZ, Pue. Mientras se llevaba a cabo, entremariachis y llantos, la misa de los 19 peregrinos que fallecieronen un accidente automovilístico el pasado domingo, amantes de loajeno ingresaron a tres viviendas y se llevaron 10 bultos de maíz,por lo que la ceremonia se vio interrumpida por un momento en lacomunidad de Caltuchoco.
TRISTEZA EMBARGA A CALTUCHOCO
Los habitantes habían hecho lo suyo desde un día antes, ya quese habían organizado para cavar las tumbas y para que este martesestuviera todo listo para el entierro de los 19 cuerpos.
Desde el inicio de la celebración de la misa de cuerpo presenteoficiada por el párroco José Mario Montoya Rodríguez, losmariachis sonaron a la par de las lágrimas de los mil 500asistentes.
Entre la población prevalecía el sentimiento que deja saberque varios integrantes de familias habían fallecido. Aunque estemomento también manifestó la unión de los lugareños, incluyendoa personas y autoridades de Zongozotla, Zapotitlán de Méndez,Coatepec y otros, no sólo por el apoyo en especie, sino en mano deobra necesaria para hacer frente a esta tragedia.
La grey católica también estaba de luto, cuatro de susfiscales fallecieron. “Nadie hablaba, no decían nada, todosestaban con su pena”, describió una de las fuentes consultadas,quien agradeció el apoyo dado por los presidentes municipales.
SAQUEO A COSTA DEL DOLOR AJENO
Sin embargo, la ceremonia religiosa se suspendió por unosminutos porque pobladores se enteraron que estaban saqueando suscasas, por lo que fueron en busca de los ladrones que solo sepudieron llevar 10 bultos de maíz de una de las tres casas a lasque ingresaron, sin que pudieran capturarlos.
El evento luctuoso transcurrió pese al incidente y uno de losmomentos más emotivos fue cuando los mariachis tocaron frente acada una de las tumbas.
“Se respira tristeza”, dijo uno de los fiscales del pueblo yamigo de algunos de los fallecidos, minutos después de que elsacerdote terminó de oficiar.
“Hay unión, nos estamos apoyando… aunque estamos tristespor lo sucedido”, dijo otro de los asistentes a estereportero.
Su nostalgia era evidente aun con la congregación masiva quelogró este sepelio, calculado en más de mil 500 asistentes.
La procesión fúnebre y el panteón daban cuenta de la multitudreunida, a tal punto que sobre las tumbas los asistentes dabanseguimiento al entierro de cada uno de los ataúdes.
DOS NIÑOS EN LA ORFANDAD
Ya en el momento del adiós final no se pudieron evitar saberhistorias que marcan la profundidad de la huella que deja esteaccidente en la comunidad: dos niños que quedaron en la orfandad yque sólo son la parte visible de esta tragedia, considerada porlos lugareños, una de las más terribles de las últimas décadas:“los vamos a recordar”, decía una voz mientras los mariachistocaban como lo venían haciendo desde la mañana en estalocalidad.
TRAGEDIA REVIVE EL CALOR DE LA FAMILIA
Tal vez la tragedia revivió el calor de familia en lacomunidad, hasta se organizó para preparar los taquitos quecomieron los asistentes al sepelio, así como los trabajadores quehicieron labor en el panteón local, para cavar las tumbas.
OPERATIVO ESPECIAL
Cabe destacar que las policías estatal y municipal de variasdemarcaciones colindantes se organizaron para el operativo deseguridad implementado para esta especial ocasión.
Durante la ceremonia religiosa también se escuchó que otrosdos de los lesionados sobrevivientes habrían fallecido, durante latarde de este lunes o este martes, aunque todavía no lo habíanconfirmado.