En los últimos cinco años, entre el 10 y el 15 por ciento de las aproximadamente 580 hectáreas de municipios del valle de Atlixco, ubicadas en la zona del Izta-Popo, quedaron perdidas y arrasadas por los incendios forestales y la tala inmoderada, confirmaron integrantes de ejidos y comuneros de esa zona.
Manuel Espinosa es uno de los involucrados en la custodia de esa zona a solicitud de los propios campesinos. “Ciertamente los incendios forestales entre marzo y junio de cada año son devastadores y por momentos incontrolables. Por ejemplo, entre el 2017 y el 2019 el fuego terminó con al menos 57 hectáreas”, confesó.
Sin embargo, acotó, de igual magnitud es el asunto de la tala de árboles en esa área caracterizada por finas maderas y recarga de agua para abastecer a ciudades como Atlixco: “Es un secreto a voces. Un conflicto real el cual significa mucho dinero lógicamente. Aquí sabemos quiénes vienen y suben hasta el monte y bajan con camiones repletos. Pero por momentos es peligroso meterse en eso”, añadió.
De acuerdo con el diagnóstico de los ejidatarios y comuneros, de este lado del valle son tres los municipios considerados importantes para la tala: Atlixco, San Juan Tianguismanalco y Tochimilco. “Especialmente San Pedro Benito Juárez del primero, La Magdalena Yancuitlalpan del segundo y San Baltazar Atlimeyaya del tercero”.
Cuestionado sobre la cantidad de bosque cercenado por los presuntos delincuentes, sostuvo que es un “trabajo hormiga y por las noches. Únicamente recibimos avisos sobre sus actividades en el bosque y notificamos a nuestras autoridades auxiliares para darle el procedimiento necesario. Ahí sí de plano únicamente miramos”.
En una noche, asumió, “pueden llevarse hasta medio centrar de árboles en dos o tres camiones. Son expertos y trabajan con delicadeza”, ironizó al tiempo de abundar sobre un dato casi confidencial: “algunos ya sabemos quiénes son”.
EL REVOLTIJO
Durante la última media hora de este lunes, en uno de los accesos principales a la Junta Auxiliar de La Magdalena Axocopan, tierra brava y de hombres y mujeres en el este de Atlixco dispuestos a hacer justicia por cuenta propia en cualquier momento, hubo un operativo mayúsculo de la policía local.
Según testigos, en un lapso de 15 minutos aparecieron en los alrededores del jardín de niños de esa comunidad unas seis patrullas. En un primer momento los rumores indicaban un linchamiento. Después un asalto importante. Sin embargo, la versión más repetida fue la detención de cuatro camiones cargados de árboles y maderas finas.
“Son talamontes detenidos en su intento por escapar, provienen de Tochimilco, pero alguien avisó a tiempo y recuperarán la mercancía y serán castigados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)”, sentenció un lugareño. Pero la versión oficial es otra: “ciertamente eran camiones llenos de madera, pero todos tenían permiso para sustraerla y llevársela”, refirió una fuente de la Comuna.
De acuerdo con el Programa Nacional Forestal 2013-2018, la deforestación se da principalmente en Michoacán, Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Hidalgo, Veracruz, Guerrero, Tlaxcala, Puebla, Morelos, Colima y Durango.
En territorio poblano se estima que, en 2018, se perdieron alrededor de 70 mil hectáreas de bosque, entre otras cosas, las prácticas agrícolas, tala clandestina, incendios forestales, plagas, el crecimiento de la mancha urbana, cambio de uso de suelo ya sea para terrenos agrícolas o construcción y por la vejez de los árboles. Lo que suma la baja tasa de reforestación y el ineficiente plan de sustentabilidad.