Con la llegada del Día de Muertos las casas, comercios e incluso los centros de trabajo comienzan a presentar algunos adornos sobre la fecha. Desde calaveritas, telarañas y otras figuras más se pueden ver, pero, lo que realmente resalta es el papel picado, un material que vio su comercialización crecer gracias al municipio poblano de San Salvador Huixcolotla.
Es usual ver adornos de este papel al venir en diferentes tamaños como figuras y colores. Su uso en la ofrenda es fundamental y con el tiempo, se ha comenzado a utilizar en otras fechas como el Día de la Independencia o celebraciones como cumpleaños o bautizos.
Ubicado en la parte central de Puebla, a unas tres horas de la capital poblana, San Salvador Huixcolotla es uno de los municipios más pequeños de la región. Colinda con territorios como Acatzingo, Tochtepec y Tecali de Herrera. Mientras que, su población, se estima que está cercana a las 17 mil personas.
Junto a la agricultura de riego y de temporal, su principal actividad económica es el papel picado. Se estima que hasta el 80 por ciento de las familias se dedican a su producción. Y, en 1988 recibieron la declaratoria de Patrimonio Cultural del estado gracias a esta artesanía.
LOS ORÍGENES DEL PAPEL PICADO
El arte detrás de la producción de este papel se puede decir que es una combinación de tradiciones europeas, asiáticas y latinas. Fue China el país que comenzó con el desarrollo del papel y quienes, en los primeros años después de Cristo, encontraron la manera de cortarlo como darle forma.
La llegada de los Moros a España permitió que ellos conocieran el papel y su artesanía, algo que trajeron a México tras la Conquista. A la par, en culturas como la Azteca ya existía la tradición del papel en un arte conocido como amatl en Náhuatl, palabra que dio paso al papel amate. Este era creado al aplastar la pulpa de la corteza de higo y morera. Una vez seca, se cortaba con cuchillos de obsidiana.
Con la fusión de las tradiciones, otro momento importante fue con la llegada del llamado papel de China. Su introducción vino a cambiar los adornos que se veían en la zona y los artesanos locales comenzaron a utilizarlo en sus trabajos.
Aunque no existe una fecha clara, se estima que para 1920 las primeras familias de San Salvador Huixcolotla comenzaron a trabajar en este tipo de papel. Los habitantes viajaban a los pueblos vecinos llevando sus creaciones para venderlas. Artesanos como Cristóbal Flores, Juan Hernández, Lauro Pérez y Santiago Vivanco son considerados como algunos de los pioneros en este tipo de papel.
Para la década de 1970 su comercialización se expandió al llegar a la Ciudad de México, convirtiéndose en un elemento clave para adornar en épocas como el Día de Muertos colocándose no solo en las ofrendas, también en los edificios y calles.
La tradición de su elaboración ha pasado de familia en familia ahora ya por generaciones desde entonces. Aunque se han modernizado sus procesos, muchos de los artesanos siguen realizando la producción a mano en sus diversos talleres. Familias como las Vivanco y Rojas son algunas de las más presentes en cuanto a mantener la tradición viva.
CÓMO SE REALIZA ESTA ARTESANÍA
Respecto al proceso para realizar el papel picado, comienza con el diseño del patrón o figura que se busca generar en el papel sobre una hoja de papel manila. Esta figura se coloca sobre múltiples capas de papel de China mientras está apilado sobre una placa de plomo como base.
Después comienza a cortarse las múltiples capas con un cincel y martillo, el cual puede ser de varios tamaños dependiendo el tipo de hoja o el estilo del dibujo. Una vez que es cortado, deben retirarse el papel cortado del diseño para poder mostrarse. Se acostumbra pegar su parte superior con una cuerda y de esta forma conseguir largas cadenas donde ya se muestra la figura.
De 50 a 100 hojas se pueden colocar sobre la lámina y el conseguir un medio pliego de papel es un proceso que puede durar en promedio dos horas. Se estima que hasta 50 o más cinceles pueden ocuparse para su realización y, el uso de tijeras está descartado debido a la forma en que daña el papel.
Como muchos procesos artesanales ya se ha industrializado, lo que permite a los artesanos y comerciantes producir hasta un millar de hojas por día. Además, ya se pueden realizar las figuras en plástico, lo que permite que duren una mayor cantidad de tiempo o sean reutilizables. En el caso del papel picado, puede mantenerse largo tiempo si es cuidado, pero en exteriores es muy poco su tiempo de uso.
Actualmente, esta artesanía no solo se vende en todo México, también llega a exportarse a los Estados Unidos y Europa. A pesar del impacto por la pandemia, se espera que para este 2021 exista una mejora en su comercialización ante una mejora de la situación y el regreso de muchos negocios como de la festividad en algunos lugares del Día de Muertos para su decoración.