A más de un año de la extinción del manantial de Santa María Acuexcomac, que comenzó a explotarse en 1994 y en marzo pasado fue declarado muerto de forma simbólica, pobladores de esta comunidad de San Pedro Cholula enfrentan una disminución en el suministro de agua, situación que contrasta con el pasado, ya que antes este lugar representaba la riqueza hídrica que tenían.
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Hoy, con tristeza y preocupación hablan de este hecho que califican como lamentable y alarmante, ya que no solo sepultó un atractivo, sino que acentuó la escasez de agua en sus hogares, cuando antes ni siquiera visualizaban que esto pasaría.
“Acuexcomac cambió, luego de que los veneros dejaron de alimentar el manantial, se secó y lo vimos cuando ya podíamos bajar hasta el fondo, tras estar completamente seco”, expresa Mayra Rodríguez Rosas, habitante de la comunidad.
Desde su vivienda, situada a unos metros de donde estaba este recurso natural, del que ahora solo se ve su perímetro, señala que hoy lucen áridas las zonas donde antes el agua circulaba de manera libre y donde en décadas pasadas, las generaciones más longevas alguna vez la bebieron de forma directa, pasaron ratos pescando o simplemente vivieron tardes agradables.
A la declaración de Mayra se suman las de otros pobladores, quienes comentan que han aprendido a vivir con los estragos que trae consigo la sobreexplotación de los mantos acuíferos en el estado y que a su paso extermina ríos, manantiales y pozos de uso habitacional.
Antes de la década de los 90 del siglo pasado, este lugar presumía su manantial, localizado en el centro de esta junta auxiliar. Varios veneros lo alimentaban. Un ahuehuete, considerado como el más grande de la región de Puebla, lo embellecía, y todas las familias del pueblo lo visitaban porque era el atractivo principal.
Su agua era ocupada por la población para lavar en un área comunal y luego un particular la usó para brindar el servicio de alberca.
En noviembre de 1994 todo cambió. Un proyecto del gobierno estatal evaluó la autonomía hídrica de la zona y determinó perforar cinco pozos profundos, de más de 100 metros, para extraer agua y conducirla a las nuevas áreas habitacionales de la ciudad de Puebla a través del acueducto Nealtican.
Día y noche, como hasta hoy sucede, la extracción de agua en este manantial se sigue realizando, y aunque autoridades estatales, a través del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP), prometieron obras para detonar el progreso de este lugar a cambio del recurso natural, esto ya no es suficiente para los pobladores que ahora, 30 años después, piden resarcir el daño.
Mencionan que un perito particular expuso a la comunidad que, para recuperar el manantial, no deben sobreexplotarse los acuíferos de la región en un periodo de 20 años, pero dicho escenario lo ven lejano, aunque no imposible.
Habitantes de Acuexcomac ven seco su manantial
Es una tristeza, porque es mucha agua la que se están llevando y es una tristeza ver el manantial caído, porque llevamos 30 años esperando que la autoridad nos ayude a recuperarlo, pero no ha sucedido (…) el agua antes se desparramaba, teníamos pescados y ahora es un basurero expone Pedro Pérez.
El habitante de 59 años de edad comparte algunos de los recuerdos que guarda en su memoria en torno al manantial, el cual describe como un lugar bonito, que en su momento apoyó el funcionamiento de unos lavaderos comunitarios.
Sin embargo, dice que en el año 2004 fue cuando comenzaron a ver una baja en el nivel del agua y todavía en el año 2018 documentó algunos veneros que lo alimentaban.
“Ya estamos padeciendo de falta de agua, aquí había bastante pero ahora ya no, algunos especialistas nos dijeron que la extracción de agua nos perjudicaría, que esto pasaría, que se secaría el manantial por la excavación de pozos profundos y ya lo estamos viviendo”, reitera.
Resume que Acuexcomac perdió mucho con el convenio signado entre el pueblo y autoridades estatales, porque ya no está el manantial, un arroyo y varios veneros que antes daban vida a la zona.
“Ya se hizo realidad que estamos sin agua”, enfatiza el poblador, quien agrega que desde que observa este escenario cuida más el agua y ha levantado la voz para defender este recurso a favor de su pueblo.
En tanto, Miguel Barrientos, integrante del Comité en Defensa del Agua y del Manantial, revela que conjuntamente con el presidente auxiliar, Darío Tiro, realizan acciones para evitar más saqueo del agua.
Es una tristeza ver esto, que es el manantial seco, cuando era un símbolo para esta comunidad y para Cholula y por eso iniciamos una defensa contra el convenio que permite que se lleven el agua, porque me tocó ver el manantial cuando tenía vida, pero ahora me deprime en el estado que está, es muy deprimente y alguien tiene que preocuparse por las cosas y por eso apoyo el grupo que hicimos para tratar de recuperarlo advierte.
Defensa por la vía legal
Desde el centro del manantial extinto, Alberto Peralta Merino, abogado que asesora al Comité en Defensa del Agua y del Manantial, así como a la Presidencia auxiliar en este tema, informa que se dio un paso importante en la defensa de este recurso.
Debido a que la ley lo permite, en días pasados se hizo una reclamación al SOAPAP por daño patrimonial por la extinción del manantial y por incumplimiento del convenio de 1994.
También se anotó la comisión de un abuso al derecho de la asignación de aguas nacionales en perjuicio de la comunidad.
Dicho oficio ingresado no es el único presentado de forma oficial y en el cual se demanda el pago de una indemnización por 3 mil 500 millones de pesos, que fue lo que arrojó un peritaje realizado por Rodolfo Solís para calcular el daño económico causado a este lugar.
De la misma forma, se ingresó ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa una demanda contra la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por sobreexplotación del manantial, así como dos amparos contra el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el gobierno del estado de Puebla por violar el derecho al agua y no dar respuesta a la petición de audiencia.
El abogado manifiesta que hay varias acciones jurídicas en curso y que marcan un antecedente en la defensa del agua.
Estas acciones están acompañadas de reclamaciones realizadas por 16 habitantes, quienes piden resarcir los daños, ya que, con la escasez de agua, algunos perdieron sus huertos y otros sus negocios que dependían de la disponibilidad del agua de la zona subraya.
Por último expone que no hay plazos para conocer las resoluciones esperadas, pero califica como un gran avance que exista organización entre autoridades subalternas y pobladores para exigir la restitución del manantial.
Acuexcomac lucha por anular convenio
Desde 1994 el pueblo de que gozaba de esta área natural ha estado en la lucha por la defensa de su agua, ya que un grupo de pobladores tras saber que el agua sería extraída para llevar a la ciudad de Puebla, se opuso.
No obstante, de ese año a la fecha, los habitantes no han logrado dejar sin efecto el convenio que permite a la autoridad estatal operar los pozos profundos con este fin, que siguen proveyendo de agua a la zona centro del estado.
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Pese a que han exhibido la problemática que ya viven por la falta de agua, a través de protestas, la colocación de una placa que da por extinto el manantial y la realización de ruedas de prensa, sus demandas no han generado eco, aunque el pueblo de Acuexcomac sigue en pie de lucha. Hubo una vez (en abril de 2012) que los pobladores consiguieron cortar el funcionamiento de los pozos por un par de días, en la medida más extrema de rechazo realizada hasta el día de hoy, pero varios de ellos fueron detenidos.