Semarnat y Profepa inspecciona a textilera tras contaminación de río en Texmelucan

Vecinos aseguran que son los fines de semana y durante la medianoche, cuando las empresas realizan las descargas de sus aguas

Pedro Alonso / San Salvador El Verde

  · miércoles 29 de agosto de 2018

Luego de que la mañana del sábado pobladores de San Martín Texmelucan alertaran de que las aguas del río Acotzala se tiñeron de rojo y responsabilizaron a las plantas procesadoras de textiles, ayer personal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizaron una inspección a la empresa Maritex.

Rubén Bojalil, gerente de la empresa, informó que este lunes y martes tuvieron la presencia de funcionarios federales para revisar los procesos en las instalaciones de la empresa, mismos que comprobaron el funcionamiento de la Planta Tratadora de Aguas Residuales.

Durante la entrevista solicitada por este medio, coincidió además la llegada de personal de la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT), quienes también pudieron verificar la forma en que está operando la Planta Tratadora.

“Marytex cumple con las normas para el saneamiento de sus aguas residuales, así lo han verificado las dependencias como Semarnat y Profepa”, destacó Rubén Bojalil, al descartar que la contaminación detectada el fin de semana tenga que ver con los procesos de la planta.


DESCARGAS CLANDESTINAS

Durante un recorrido realizado el pasado sábado por el río Acotzala, se observó que existen nuevas empresas que se han instalado en los márgenes del afluente, mismos que al parecer carecen de plantas de tratamiento de aguas residuales.

Así mismo, vecinos refirieron que son los fines de semana y durante la media noche, cuando las empresas realizan las descargas de sus aguas sin tratar, debido a que a la altura del parque El Chamizal, se nota durante las mañanas como el color, rojo, negro, verde o azul, se va desvaneciendo.

Las quejas de los pobladores han sido expresadas en diferentes momentos desde por lo menos el 2017, cuando han observado los cambios de color en las aguas del afluente, sin embargo, la alarma volvió ante la cantidad de colorante registrado el fin de semana en la barranca.