"Si quieren guerra, guerra tendrán", advirtieron habitantes de la junta auxiliar zapotiteca de Nanacatlán al representante de la Secretaría General de Gobierno (SGG) quien intentó convencerlos de entregar las instalaciones del Palacio auxiliar, tomado desde hace un mes y cuatro días, en protesta contra el alcalde por haber cerrado las casillas de elección a presidente auxiliar, cuando notó que su candidato estaba perdiendo.
Y es que según la información y las versiones dada por los disidentes que – desde el pasado 9 de febrero – externaron su rechazo a la imposición de Constantino Luna Pérez como su presidente auxiliar por parte del alcalde Emiliano Vásquez Bonilla, quien intimidó a los votantes que aún estaban haciendo fila y ordenó cerrar las casillas el pasado 27 de enero, cuando notó que su candidato a perdiendo, según el testimonio de las fuentes y algunos vídeos que compartieron con este reportero, más otros que circulan en redes sociales.
Recientemente, tuvieron un encuentro con funcionarios de la Secretaría general de gobierno, quien inició su intervención diciendo que viene a tomar acuerdos, no a hacer negociaciones, para que le vaya bien al pueblo. Estas declaraciones ganaron el rechazo de los pobladores, entre gritos en totonaco y en español.
Entre los reclamos escuchaba: "si quieren guerra, guerra tendrán"; "nosotros somos tranquilos, pero si quieren acción: tendrán acción". El funcionario del gobierno del Estado intentó calmar a la población diciéndoles que ya había pedido al otro grupo de disidentes que dejaran de cuidar la presidencia: "el presidente que vaya llegará Nanacatlán, va llegar y tiene que ser con el apoyo de la gente”
Los inconformes consideraron que “este grupo” (refiriéndose a sus interlocutores), no tiene por qué meterse a la presidencia auxiliar antes de que le den alguna indicación. Hay que esperar, hay que cuidar la presidencia entre todos, ‘desde nuestras casas’, planteó el funcionario. La reacción de la gente fue de mayor molestia, según las fuentes consultadas, parecía que solamente quería suavizar el malestar de la población para avalar al candidato del edil.
Conforme el funcionario del gobierno del estado iba desarrollando sus conceptos parecía que molestaba más a la gente, sobre todo cuando explicó que el presidente municipal tiene que sentarse con gobernación, ellos van a dialogar y a tomar la última decisión, misma que se dará a conocer.
"Al presidente municipal hay que respetarlo", planteó al tiempo en que los pobladores le intercalaron que “primero que nos respete a nosotros, exigimos respeto”, le espetaron al tiempo en que le decían que tenían vídeos y grabaciones donde mostraban que el presidente no estaba respetando la voluntad del pueblo.
Entre los reclamos se escuchó una mujer decir que si no había solución esta semana tomarían otras medidas. Otras voces gritaron nuevamente: "si quieren guerra, tendrán guerra". Un habitante refirió que tal fue la falta de habilidad y sensibilidad del funcionario poblano que sólo logró incrementar el malestar de los indígenas: “sólo quería darnos miel con el dedo”, dijeron.
