A un mes de que 6 policías municipales de Amozoc fueron ejecutados, los familiares de una de las víctimas exigieron que las autoridades den resultados de las investigaciones del crimen, pues pareciera que el tema fue olvidado. Incluso, no se les ha entregado la indemnización.
En entrevista con EL SOL DE PUEBLA, un familiar de un policía caído, pidió que se haga justicia a los elementos, pues recriminó que sólo se les recuerda como unas de las tantas personas ejecutadas a diario pero, al menos a los familiares, no se les ha informado qué datos hay acerca de los autores intelectuales y materiales de este crimen múltiple.
De manera anónima, para evitar represalias del Ayuntamiento de Amozoc o de la Fiscalía General del Estado (FGE) esta persona recordó que los policías, incluyendo a su familiar, fueron asesinados a sangre fría en el cumplimiento de su deber, por lo que el crimen no debe quedar impune.
Sin más detalles, el declarante dijo que justamente este domingo 15 de julio se ha cumplido un mes de que a su familiar le fue arrebatada la vida por causas que la autoridad no ha esclarecido.
Además de la tristeza – señaló - la familia debe lidiar con la impunidad y las carencias económicas.
POLICÍAS ASESINADOS HABÍAN DENUNCIADO FALLAS EN LA CORPORACIÓN
En las primeras noticias relacionadas con el asesinato de 6 elementos policiacos de Amozoc (una mujer y 5 hombres) se afirmaba que fueron abatidos por un grupo de huachicoleros, pues la zona donde ellos ejercían sus funciones, se caracteriza por presencia de grupos criminales dedicados a la extracción y venta ilícita de combustible.
Posteriormente, la FGE dio a conocer que los elementos se habían quejado ante la Contraloría Municipal de Amozoc por anomalías en la comuna. Incluso, un medio con presencia nacional dio a conocer que un familiar de los asesinados confesó que ellos estaban amenazados de muerte, meses antes de los hechos, por quejarse sobre las condiciones de la corporación.
Parte de los relatos que hay en torno a la ejecución de los 6 policías de Amozoc, indican que el día de su asesinato, se les pidió “dar un rondín” pero previamente les habían quitado las armas, con el pretexto de que harían un examen de confidencialidad.
Los policías carecían de seguro médico y seguro de vida, por lo que las 6 familias quedaron en el desamparo.
Hay que recordar que Javier “N” y Alfredo “N”, mandos de Amozoc, continúan en proceso jurídico por hechos relacionados con la ejecución de los elementos policiacos, aunque todavía no hay sentencias.