A tres días de que el pueblo quemó la casa del alcalde Daniel López y del edil electo, Alejandro López, por el asesinato de un joven, ninguna autoridad ha emitido una postura oficial de los hechos, mientras que la alcaldía continúa cerrada y las actividades escolares se han suspendido indefinidamente.
Ante la ausencia de autoridades municipales o estatales, los inconformes continúan en espera de la llegada de algún funcionario para que les informe de los avances del caso o de lo contrario, amagaron con tomar otras medidas, sin precisar de qué tipo.
Las escuelas de nivel básico tienen indicaciones de no retomar clases hasta que existan las garantías, mientras que para el nivel medio superior las clases podrían reactivarse este miércoles o mañana jueves.
Por el momento, la alcaldía continúa cerrada desde que el pasado domingo acudió personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) y quedó clausurada. Asimismo, trascendió que una comitiva tendría una reunión con la Secretaría General de Gobierno (SGG) pero se desconoce si se concretó el encuentro.
De igual forma, se sabe que la directora del nivel primaria solicitó su cambio por seguridad, además de que la mayoría de funcionarios del Cabildo se han tenido que retirar del municipio junto con sus familias, además de otras personas que temen por sus vidas luego de los hechos violentos.
Al momento, la seguridad continúa a cargo de dos patrullas de elementos estatales que mantienen recorridos en la cabecera municipal. Incluso trascendió que ayer en la madrugada ingresó un convoy de la Policía Federal, aunque después se retiró.
A pesar de que todo parece estar en calma, la gente está a la expectativa de quienes entran al municipio, pero sobre todo han dicho que esperan que llegue el alcalde o su sobrino el edil electo Alejandro López para pedirles cuentas por lo sucedido.
Ayer por la tarde noche, el grupo disidente llevó a cabo una reunión para acordar acciones a tomar en los próximos días.