El sismo de septiembre pasado, la maleza, el vandalismo, el cambio de cauce de un río (ahora de aguas negras) y la construcción de canales de drenaje o casas habitación están acabando con el patrimonio arqueológico de este municipio, sobre todo de sus emblemáticos petroglifos, que hacen referencia a la fertilidad y, mayormente, a geometría astronómica sagrada de los olmecas.
De acuerdo con investigaciones que se realizan actualmente, el conocimiento plasmado en los grabados de Tetela de Ocampo coincide con el hallado en cuevas de Asia y Europa.
El RECORRIDO
Gracias a dos guías tetelenses El Sol de Puebla pudo recorrer nueve de los sitios donde hay petroglifos, esto teniendo en cuenta que hay un número indeterminado de sitios a lo largo de todo el territorio municipal: 6 de ellos tienen daños irreparables.
La cita fue a las 06:30 horas del pasado domingo, en pleno centro histórico de esta heroica ciudad, candidata a convertirse en Pueblo Mágico. Un taxi nos llevó a un sitio concreto y a partir de ahí empezó la caminata. Algunos cambios en el paisaje confundieron a los guías.
Luego de que encontráramos un camino, uno de los lugareños nos mostró un lugar, en donde encontramos el primer petroglifo; sin embargo, el graffiti sobre él, así como el derrumbe de una parte de la roca, solo daban pauta para distinguir a dos de estos grabados prehispánicos que, según algunos cálculos, al menos tendrían cinco siglos de antigüedad.
Continuamos la marcha. Tuvimos que guardar el equilibrio para atravesar un río de aguas negras, utilizando como único medio un delgado tronco. Por lo anterior descubrimos que la maleza no permite el acceso a algunos grabados y el cambio de cauce de un río, otrora de agua potable y hoy aguas negras, impidió el acceso al muro donde otro petrograbado se encuentra.
En el trayecto nuestros guías comentaban que para la gente solamente son "caritas" y no le prestan mucho valor, aun cuando investigadores de Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como del artista plástico Horacio López Bonilla, posgraduado por la Academia de San Carlos de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, los han estudiado.
Llegamos a la cueva que dio origen a los primeros petroglifos de investigación, donde esperábamos encontrarnos con la "carita sonriente" que representa a los dos ciclos de Venus y el universo, así como a un sacerdote con los brazos en una angulación que habla de los ciclos del sol. Tras improvisar un puente con algunas rocas cruzamos otro río de aguas negras.
Las enormes rocas -desde la entrada a la cueva, sin bloquear totalmente su acceso por la entrada principal- nos anunciaron que ya no sería posible, como si la tierra reclamara sus secretos, puesto que el derrumbe había convertido al famoso grabado en una enorme roca cubierta por otra serie de rocas apiladas. “Pensar en rescatarlo sería todo un reto, es como intentar armar un rompecabezas”, lamentó el guía.
Así, solo quedan las fotos y las reproducciones artísticas del investigador López Bonilla como el único testimonio de ese petrograbado, el cual tiene relaciones con pinturas rupestres de España, Francia y otros países europeos. Los grabados cavernosos a los que se les calculan que tienen más de 12 mil años de antigüedad en aquellos países del otro lado del mundo tienen relación con los de Tetela.
"Siento mucha nostalgia. Aquí pasé mis años de infancia y ahora esto ya no será igual, se ve que este derrumbe es reciente. Mis hijos ya no verán estos grabados", dijo uno de nuestros guías, visiblemente nostálgico. Su compañero tampoco pudo disimular la decepción de encontrar la entrada de la cueva derrumbada. Explicaron que el derrumbe habría ocurrido por el sismo de septiembre pasado, que cimbró fuertemente en este municipio.
Sin embargo, al entrar a la cueva nos dimos cuenta de que sigue siendo un punto de reunión de jóvenes, pero para hacer pintas en las rocas a pesar del riesgo que representa estar ahí, ya que había cuarteaduras por toda la cueva.
Intentamos ir a otro sitio pero el cambio del paisaje, causado por el sismo que provocó el derrumbe de varios senderos y el desprendimiento de pesadas rocas en nuestro camino, nubló la memoria de quienes guiaban. Así, se imposibilitó el acceso a otro mural de petrograbados.
Con todo, encontramos otro punto donde debería estar un petrograbado más; al parecer la construcción de una casa se habría encargado de perder ese vestigio para siempre: “Si buscas el petroglifo podemos intentarlo en las filas de los cimientos”, ironizó el otro guía.
A raíz de lo anterior su compañero abundó en la experiencia que le representó intentar convencer a una persona de que en su propiedad hay una pirámide: terminó siendo correteado a machetazos cuando intentó disuadirla de proteger ese patrimonio arqueológico, destruido por la propietaria con la intención de evitar visitantes o que la propiedad le sea expropiada.
En la última etapa de la caminata, ya movidos por la curiosidad, nos dirigimos a un muro de 10 metros de largo por unos seis u ocho metros de altura, dividido en dos partes, que, en resumen, hacen alusión a la fertilidad. Entre estos glifos se observa también la figura de un humanoide con antenas en la cabeza, el cual ha sido bautizado como "El Astronauta".
Cabe destacar que un canal de aguas negras cruza por este mural, que de entre sus grabados destaca que todos están unidos por una línea, produciendo la ilusión de que "todo está unido". “En este lugar”, nos dijeron, “las personas creyeron que había oro e hicieron un hoyo a un costado del mural. Esto muestra la ignorancia de la gente, pues para ellos solamente son caritas o un lugar donde hay tesoros. Si destruyeron una pirámide buscando oro donde no hay, el valor de esto no está ahí”, lamentó el lugareño.
Aunque es de señalar que este mural es el que mejor conservación tuvo de los petroglifos, destacando espirales, representaciones de órganos sexuales femeninos y masculinos, animales, rostros, entre otros.
Así es como llegamos al final del recorrido y emprendimos el regreso, tras más de dos horas de caminata internados en los bosques de este municipio. Además, en el camino de regreso lo guías hicieron notar que la mayoría de los petrograbados dan cuenta de estudios astronómicos o marcadores astronómicos.