VALLE DE ATLIXCO, Pue.- Dicen que perdiendo también se gana.Los habitantes de 112 municipios del estado aún están porcomprobar esta máxima popular, pues desde hace un mes vierondesvanecer sus hogares y, algunos damnificados, todavía no tienenla certeza de recuperarlos y de saber si dormirán en una camaabrigadora en el venidero invierno. En Atzitzihuacán, lareconstrucción ha sido comenzada por los empresarios yorganizaciones de la sociedad civil, pero en Tochimilco no correncon la misma suerte, pues los afectados siguen durmiendo en casasde campaña que donó la iniciativa privada.
El sismo del 19 de septiembre (19S) mostró la fuerza de losciudadanos, que saturaron a los municipios afectados de alimentos,ropa, calzado, respaldo en salud y en ayuda emocional, aunquetambién desveló la debilidad administrativa de las autoridades,quienes han reaccionado lentamente –de acuerdo con reglas deoperación de programas- y sin avanzar en la reconstrucción de lasviviendas.
La desgracia también fue una oportunidad para que lospolíticos con aspiraciones en el 2018 –cual zopilotes rondando asu presa- del PAN, del PRI, el Partido del Trabajo y hasta deMorena, recorrieran las demarcaciones afectadas para llevardespensas, promesas presupuestales a los ediles, o palabras dealiento que podrían servir para direccionar el voto en laspróximas elecciones.
A un mes del sismo, hay voces como la de Cristina Milán Pérez,cuya familia habita en una casa de campaña. Ellos viven de laagricultura en la junta auxiliar de San Antonio Alpanocan, enTochimilco, y no tienen claridad de cuándo llegará el apoyoprometido por los gobiernos estatal y municipal. Incluso, carecendel servicio de agua potable, por daños en la tubería. Tienencomplicaciones con aspectos básicos, como la limpieza de trastos ola ducha.
Los problemas no son propios de las comunidades apartadas, puesen el “Pueblo Mágico” de Atlixco, habitantes del CentroHistórico temen que su techo colapse, pero ni el Ayuntamiento niel Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH),actúan.
Ese es el panorama que viven los afectados en Puebla por el 19S.Ellos esperan no correr con la misma suerte que los damnificadospor la tormenta tropical Earl que, a más de un año del suceso,seguían sin recibir sus viviendas en el 100 por ciento de loscasos.
DAMNIFICADOS, CONVÍVERES SUFICIENTES PERO PAGAN RENTA
Cuando don Ursino Cortés Rosas acabó de pagar su departamentoen la Unidad Habitacional Xalpatlaco en 1986, creyó que nuncavolvería a pagar renta. El sismo del pasado 19S, cambió ese plan,pues él y su familia se tuvieron que mudar a otra vivienda por losdaños que sufrió su propiedad ubicada en Atlixco.
No sabe cuándo podrá regresar a casa con su familia y, por siello fuera poco, tendrá que pagar la reparación de lascuarteaduras de su apartamento, pues el Ayuntamiento solo se harácargo de reforzar dos muros.
En esta sección de la unidad habitacional, son al menos 24familias las que tuvieron que desalojar mientras se intervienentres edificios. Algunos se alojaron con parientes y otros rentaronen los alrededores de la colonia, como don Ursino y su familiapagan mil 500 mensuales por la renta de una casa en el CentroHistórico.
IMPORTAN MÁS LASRUINAS QUE LAS VIDAS: DAMNIFICADA
María Teresa Jaramillo vive en Avenida Libertad 403 de lacolonia Centro, en Atlixco. Ella considera que al INAH y a lasautoridades municipales y estatales, les importa más salvaguardarpiedras que las vidas, pues en su casa hay un techo que está pordesplomarse, pero nadie le resuelve si es posible derribarlo sinhacerse acreedora a una multa.
Ella y sus padres continúan entrando a la habitación másafectada luego del sismo, donde cayó material de una propiedadcontigua y dos tanques de agua. Ha recurrido al Ayuntamiento perolo único que ha conseguido es un oficio donde se reconoce que sudomicilio es peligroso. No tienen otras opciones para mudarse.
SIN RESPETAR SELLOSFEDERALES
En la intersección de la 3 Norte y 6 Poniente, de Atlixco, elInstituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) colocósellos fluorescentes, para suspender las obras que infringen la LeyFederal sobre Monumentos.
Pese a ese mandato, el pasado martes, tres empleados de laconstrucción laboraban en el lugar para llevarse el material o loque llamaron “escombros” a otro sitio. Había trabajos de unaretroexcavadora, lo que estaría infringiendo la ley federal.
En ese municipio es recurrente caminar por el primer cuadro yver las huellas del sismo, es decir, desde cuarteaduras hastamaterial desmoronado en el suelo, sobre todo rocas y adobe.
En los alrededores de varias construcciones no se apreciancintas amarillas en señal preventiva para los peatones, lo que dainseguridad a los ciudadanos como José del Río y Lucina Flores,quienes llevan más de 70 años habitando en el municipio.
ESPERAN EL INVIERNOSIN AGUA Y A LA INTEMPERIE
Cristina Milán y su familia, siguen durmiendo en una casa decampaña que les regaló Fundación Telmex. Ha pasado un mes desdeque su vivienda de adobe colapsó. Ella y sus vecinos se quedaronsin techo y sin servicio de agua potable; al inicio, voluntariosllevaban agua en garrafones, pero el apoyo ha disminuido.
Su casa fue censada por la Secretaría de Desarrollo Agrario,Territorial y Urbano (Sedatu), pero teme que el apoyo no sea tanveloz y pasen el invierno más gélido, durmiendo en eltraspatio.
