Tehuacán, Pue.- Alrededor de 140 mil pesos es lo que cuesta alcanzar el “sueño americano” para quien decide dejar a su familia y viajar por más de mil kilómetros a la frontera norte desde Tehuacán para poder cruzar esa línea en donde el paso de migrantes está controlado por el crimen organizado; hay varias rutas y varias formas de llegar a los Estados Unidos, pero en todas ellas se corre el mismo peligro.
Es una red de corrupción difícil de explicar, señala un hombre de aproximadamente 50 años de edad, quien dice conocer desde hace muchos años cómo poder llegar al país de las oportunidades.
“Todo empieza desde el interés de jóvenes en hacer la travesía con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de sus familias”, refiere y comienza a dar detalles al respecto sobre la travesía.
‘Lo primero es llegar con los “polleros”… hay varios conocidos.. hay en Cañada, Esperanza, San Martin Atexcal y en Zapotitlán, asegura y continúa: “por lo regular el cobro es el mismo… hablamos en estos momentos de 7 mil dólares si eres mexicano y 9 mil dólares si eres de otro país de Centroamérica, ya que hay más riesgo con ellos”, agrega este hombre que aclara que él no es “pollero”, pero que ha vivido de cerca lo que implica llegar a la frontera norte.
Hace referencia que se tiene que dar la mitad de este dinero y la otra parte cuando se cumple con el trato y estés del otro lado, pero si alguien va a pagar desde los Estados Unidos se debe hacer varios depósitos a cuentas diferentes por que no permiten hacer transferencias de más de 50 mil pesos, por lo que regularmente se hacen los depósitos en Western Union.
Señaló que cuando hay garantía de pago, el viaje es tranquilo, en buen carro y buenos lugares para comer hasta llegar a la frontera y ahí es cuando se determina cual será la ruta que depende del “coyote” que se contrate, ya sea la de Laredo o por McAllen, Texas, en donde se camina por 3 días hasta llegar a San Antonio o Houston.
“Ese es el punto peligroso… la frontera está controlada por los Zetas y el Cartel del Golfo… si el coyote no paga, no hay manera de que pasen, ellos tienen ese control con los guías, que son jóvenes menores de edad que llevan a los grupos, así si los detienen no hay sanción tan grave”, explicó.
MIGRACIÓN Y TRÁFICO DE DROGAS, VAN DE LA MANO
El interlocutor siguió detallando su experiencia en la materia y sacó a colación que hay casos en los que los jóvenes no tienen dinero y al tratar de pasar sin permiso de los grupos delictivos les ofrecen hacerlo con mochilas cargadas con 48 libras de marihuana.
Refirió que son muchas las rutas existentes, por lo que nombró otras más como la de Mexicali o la de Altar Sonora que te lleva a Tucson Arizona… la de Tijuana que te lleva a San Diego o Encinitas, California que, según indicó, es donde hay muchos chiapanecos, así como la ruta de Columbus, Nuevo México o la de Palomas.
“Son muchos los caminos, pero también depende de las condiciones del clima, pues cuando hace calor es tirarse a la muerte si los meten por Ciudad Juárez”, asentó.
Entre la descripción de las posibles rutas también hico referencia que la de Laredo es la más común, porque se ahorran 2 mil kilómetros de camino.
“Desde este punto —Laredo— son mil kilómetros y si los llevan por Tijuana son 3 mil kilómetros, sin embargo, para muchos esta es la más peligrosa, pues está controlada por grupos delictivos que han encontrado en los migrantes un verdadero negocio.
Por último, mencionó que durante el tiempo de la pandemia fueron pocos los que se animaron a irse para el país vecino, pero que en los últimos meses han comenzado nuevamente a formarse grupos de interesados en las localidades para que sean llevados, además de que también hay quienes están en los Estados Unidos y pagan desde allá por llevarles a sus hijos... “un hondureño pagó 28 mil dólares por llevarle a Nueva York a sus 2 hijos”, concluyó.
