A un mes de haber denunciado la tala clandestina de más de 10 árboles en el patio trasero de la Escuela Secundaria Jorge L. Tamayo en Tehuacán para la construcción de un aula de usos múltiples, la Secretaría de Medio Ambiente Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (SMADSOT) canceló la obra ante las irregularidades del proyecto.
Fue el pasado 12 de junio cuando vecinos y activistas ambientales hicieron una denuncia por la tala de enormes árboles al interior de la escuela y es que debido a que una parte de la barda perimetral tiene reja se podían observar estos trabajos, por lo que los pidieron a los trabajadores a que detuvieran el derribo de árboles.
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Aunque se realizaron manifestaciones contra la directora de la institución, Leticia Balderrama Anuel, esta simplemente mandó a cubrir con lonas la parte trasera de la escuela y continuó con el derribo de más de 10 árboles, por lo que activistas se organizaron para interponer la denuncia de manera formal ante las autoridades municipales.
Sin embargo, se dijo que las obras eran encabezadas por la administración, quien destinó dos millones de pesos, aunque el proyecto sólo fue avalado por la directora, sin informar a los padres de familia, por lo que una de las principales inconformidades también fue la discreción con la que se manejó el proyecto, además de la afectación al espacio, pues afirman que la institución ya cuenta con las aulas necesarias y hasta un auditorio.
Fue tras la realización de varias manifestaciones afuera de las instalaciones de la escuela, que Balderrama Anuel dio a conocer que existían los permisos por parte del área de ecología, pero la misma dependencia negó conocer del proyecto, generando que las denuncias llevaran a los inconformes hasta dependencias estatales, logrando que después de mostrar el daño ecológico se diera un resolutivo.
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Finalmente, durante la tarde del pasado miércoles 17 de julio, en más de 20 metros de la parte trasera en la que se derribó la barda para que la maquinaria ingresara para construir el aula, fue tapada con láminas y sobre de ellas enormes sellos que enuncian la clausura de la obra, la cual fue celebrada por ambientalistas y vecinos del Fraccionamiento Arcadia, donde se encuentra la escuela.
Catalina Aguilar, de la Asociación Tac Una Protección al Entorno, aplaudió este logro y señaló que debe de existir una sanción por el daño ambiental causado con el derribo de estos árboles, tanto para los directivos de la escuela, como para los funcionarios públicos que a pesar de que se enteraron de lo que pasaba por las denuncias ciudadanas, nunca hicieron algo para impedirlo.