El 19 de septiembre del 2017 fue el primer reto y lección: un enorme tubo de 300 kilos usado para conducir el agua potable a la junta auxiliar de Metepec desde la parte alta de un cerro, quedó roto por el movimiento telúrico de ese día.
Cientos de manos de vecinos y voluntarios de otros estados del país lograron reparar los daños en un lapso de 17 días. Mientras, y con la tragedia reciente a cuestas, miles de botellas de plástico con agua de medio litro y de un litro circularon entre las familias espantadas, sedientas y aparentemente derrotadas.
Hace una semana un nuevo fenómeno natural tocó a la puerta de los metepequenses: una tormenta volvió a colapsar ese mismo servicio. Un par de rocas de media toneladas fracturó, cual hueso humano, esa misma línea de conducción.
Entre el 2017 y 2018 hubo una pequeña diferencia: “ya teníamos experiencia y todo quedó listo en menos tiempo. También de la tragedia aprendemos”, dijo a este diario Yalith Osorio, uno de los involucrados.
UNA VEZ MÁS...
Durante cinco días, aproximadamente, 7 mil personas se quedaron sin el servicio de agua potable en esa Junta Auxiliar debido a los daños ocasionados por la torrencial lluvia en la enorme tubería que se encuentra en las faldas de un cerro.
En cuestión de horas, decenas de manos de los voluntarios comenzaron con las labores de rescate para reparar la fuga, sin embargo, el clima complicó la tarea.
Yalith Osorio López, presidente del Comité de Agua de esa comunidad, aclaró que el costo de la tubería fue absorbido por el Centro Vacacional, la Planta de Lavado y el Hospital, todos pertenecientes al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Cierto, teníamos experiencia: pero es igual de pesada la tarea: jalábamos durante 10 minutos entre 10 y 15 centímetros. Y descansábamos media hora para recuperar las fuerzas”, destacó.
A propósito del problema, Osorio hizo un llamado: “Vecinos de Metepec hagamos conciencia que el agua es un servicio fundamental y que el Comité subsiste con sus aportaciones. ¡Tenemos muchos usuarios con adeudos! Acérquense porque existen opciones para ponerse al corriente!”.
Recordó que cerca de un centenar de personas se dieron cita en la zona del rompimiento no sólo para el trabajo pesado, también llevaron comida, agua, refrescos, transporte, maquinaria, herramientas y todo lo necesario para regresar el servicio en tiempo récord.
La jornada comenzó un lunes por la mañana con los voluntarios de todo Metepec “en un acto que no es la primera vez que realizan: tras el sismo del 19 de septiembre del 2017 la red resultó de igual manera con daños severos y con el trabajo en conjunto de expertos y habitantes se logró restablecer todo desde los yacimiento de San Baltazar Atlimeyaya”, afirmó el entrevistado.
De esta forma, tras el cambio del trozo afectado por la caída de rocas y a casi una semana de suspenderse el servicio, la comunidad volvió a contar con el abasto en sus hogares.