Tehuacán, pilar estratégico de la Independencia y plaza crucial para los insurgentes

Desde Tehuacán, los insurgentes extendieron su dominio hacia el norte, alcanzando San Andrés Chalchicomula y otras regiones

Juan Ambrocio / El Sol de Puebla

  · sábado 14 de septiembre de 2024

Entre agosto y noviembre de 1812, José María Morelos estableció en Tehuacán su base de operaciones. Foto: Juan Ambrocio / El Sol de Puebla

El municipio de Tehuacán ha sido un pilar estratégico en la Guerra de Independencia de México, desempeñando un papel fundamental en el conflicto. Su importancia emergió cuando se convirtió en una plaza crucial para los insurgentes. Entre agosto y noviembre de 1812, José María Morelos estableció en Tehuacán su base de operaciones, desde la cual lideró la exitosa toma de Orizaba, una de las acciones más importantes en la lucha independentista.

En marzo de 1814, el insurgente Ignacio López Rayón tomó el control de Tehuacán con el apoyo de Manuel Mier y Terán, otro destacado líder insurgente. Sin embargo, en junio de ese mismo año, López Rayón se trasladó a Zacatlán con el fin de apoyar a otros grupos de insurgentes en la región, dejando a Mier y Terán a cargo de la plaza. Este periodo consolidó a Tehuacán como un centro de operaciones clave para los insurgentes.

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El cronista local Juan Manuel Gámez Andrade documentó que, en julio de 1814, Tehuacán recibió a Juan N. Rosains, quien llegó acompañado por Guadalupe Victoria y el padre José Manuel Correa. Este último fue quien sugirió la fortificación del Cerro Colorado, una decisión estratégica fundamental. En noviembre de 1814, las tropas realistas se aproximaron al Cerro Colorado, pero debido a la fortificación del lugar, decidieron no atacar, reconociendo la imponente defensa insurgente.

Uno de los lugares que podrás conocer es la historia de la tierra presente en el Museo de la Evolución en Tehuacán. Foto: Juan Ambrocio / El Sol de Puebla

Desde Tehuacán, los insurgentes extendieron su dominio hacia el norte, alcanzando San Andrés Chalchicomula y otras regiones en la sierra oriental, donde Félix Luna y Montiel mantenían posiciones en Maltrata. Hacia el sureste, las fuerzas insurgentes controlaron Teotitlán del Camino, en el actual estado de Oaxaca. En la región mixteca, el Cerro de Santa Gertrudis fue fortificado, y ocasionalmente se logró controlar la Cañada de los Naranjos, lo que permitió mantener el dominio sobre áreas estratégicas. Además, la posición de Tepexi de la Seda jugó un papel esencial en la defensa de Tehuacán y su área de influencia.

La importancia de Tehuacán en la Guerra de Independencia no se limita únicamente a estos episodios. A lo largo del conflicto, su ubicación geográfica y las acciones de sus líderes insurgentes lo convirtieron en un bastión esencial para los movimientos independentistas. La historia reconoce a este municipio como un punto clave en la lucha por la libertad de México, contribuyendo de manera significativa a la victoria final de los insurgentes.

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Por todo esto, Tehuacán ha sido considerado a lo largo del tiempo como un lugar de relevancia histórica para el país, no solo por su papel en la Guerra de Independencia, sino por su participación en diversos acontecimientos políticos y sociales a lo largo de la historia nacional.