A un mes de cumplirse 24 años de la tragedia que enlutó a Teziutlán y a gran parte de la Sierra Nororiental, debido a la inestabilidad de laderas, ocasionada por fuertes precipitaciones, pocas han sido las acciones emprendidas en materia de prevención, ya que, si bien se ha cumplido con la difusión de la información, respecto al riesgo latente en el que se encuentra el municipio, se ha dejado de lado aspectos importantes como un sistema de alerta temprana.
Lo anterior, fue expresado por Oscar Andrés Cuanalo Campos, profesor e Investigador de la UPAEP, ello en el marco del conversatorio denominado: “Riesgos geológicos en el municipio de Teziutlán”, en el cual expuso que, a pesar de la trágica experiencia, ésta ha quedado en el olvido, puesto que cada día son más las familias que han repoblado las zonas consideradas como de riesgo y vulnerables, además de otros puntos considerados como también como inestables y que podrían sufrir consecuencias, ante la presencia de fuertes precipitaciones.
Según estimó, la vulnerabilidad en Teziutlán depende específicamente de la presencia de lluvias intensas, como ocurrió el 1999, determinando que, se trata de un umbral de 100 milímetros de lluvia por día, lo que podría generar un deslizamiento de ladera, principalmente en los puntos que han sido considerados como susceptibles, siendo, por tanto, indispensables informar a la población de lo que puede ocurrir.
Al respecto, subrayó la urgencia de generar un sistema de alerta temprana, mediante instrumentos de medición que permitan determinar los movimientos registrados en dichas zonas, los cuales pudieran generar algún daño a la población asentada, además de también colocar elementos constructivos de estabilización tales como muros de contención, anclas, pilotes, protección superficial, elementos de drenaje, entre otros.
Al momento, señaló que Teziutlán, se encuentra en un riesgo latente, sobre todo por los factores que detonan estos deslizamientos, uno de ellos que, resulta ser la actividad humana, donde se llevan a cabo cortes o excavaciones, construcciones de gran magnitud, sobre todo en terrenos inestables o desniveles que, con la presencia de humedad o acumulaciones de agua, lleva a generar estos movimientos que, a su vez, ponen en riesgo la vida de las personas.
Por este motivo, subrayó que, no es momento de tomar conciencia, sino acciones que deben ser emprendidas a la brevedad, ya que en cualquier momento puede presentarse una situación, similar a la de 1999, siendo por tanto preciso que, la gente se encuentre enterada del riesgo, pero además de los actos que se deben evitar, para poner en riesgo su integridad y la de sus familias.
Ante ello, el investigador, pidió a la población teziuteca estar atenta a las recomendaciones emitidas por parte de las autoridades, pero también tomar en cuenta algunos signos de alerta que pudieran presentarse dentro de los hogares, lo cual podría ser un indicio de que los terrenos se encuentran en movimiento y que, por tanto, es importante evacuar y acudir a un lugar seguro.