”Las lluvias de la semana pasada deslavaron barrancas, se llevaron terrenos y ahorita se llevó la carretera” aseguraron pobladores de la comunidad de Lázaro Cárdenas en Tlachichuca, tras el desgaje del puente que por las fuertes lluvias colapsó en San Miguel Zoapan que conecta los municipios de Guadalupe Victoria y Chalchicomula de Sesma.

Fue la noche del lunes cuando un tramo del puente en la carretera cayó, dejando sin posibilidad de cruce a los automovilistas que se encontraban en la zona.

Tras los hechos ocurridos, con ingenio y mientras no llueve, los colonos cruzan por la barranca debajo del puente, misma que atraviesa un río intermitente en el que corre agua en temporada de lluvias; pues al colapsar el viaducto que conectan a las comunidades aledañas, han buscado la manera de continuar con sus actividades, sin embargo, éstas se han visto dificultadas, ya que quienes tienen comercios de abarrotes, tienen que cargar cajas y demás mercancía para llegar a su destino. Tal es el caso de Gudelia Hernández y su hija Nallely Aguilar quienes se dedican a vender pan de dulce a los pueblitos del monte, como el Paso, la Luz, el Puerto y otros, hoy relatan que se le dificulta cargar las cajas de pan pues es el único camino por el que pueden cruzar.

“Todos los días pasamos a repartir nuestro producto, y ahorita sí nos afectó mucho, además las lluvias de estos días ya nos habían causado problema de encharcamiento y eso, pero no tan graves como dejarnos sin camino”, dijo la madre mientras tomaba aliento para seguir caminado.

“ES LA VOLUNTAD DE DIOS, HAY QUE ESPERAR TODO LO QUE VEGA”

Otra de las personas afectadas por los estragos de las fuertes lluvias fue Juan Darán, quien desde la semana pasada su cosecha de maíz se destrozó por el clima y ahora se le complica el transitar.

“En mis terrenos se deslavó mucho y todo eso me afectó, me amoló como hectárea y media de cultivo, pero es la voluntad de Diosito, hay que esperar todo lo que venga pues ya ni modo (…) se va a llevar mucho tiempo la reparación del puente, ahorita con todo lo del huracán”.

En un recorrido realizado por El Sol de Puebla se pudo constatar que los cultivos de maíz que se encuentran al rededor de la zona no sufrieron afectaciones.

Mientras que José Huerta, acompañado de su bicicleta en la que transporta paletas y galletas para vender en comunidades, al intentar cruzar por debajo del puente y ver la dificultad, decidió retornar y perder la venta del día.

“Es mi camino para vender pero no se puede pasar, mejor ya me voy porque ahorita paso, pero de regreso va a estar difícil”.

Tras la falta de paso, el transporte público ha parado, por lo que quienes viven después del puente, deben de bajar en donde empieza el derrumbe, ahí comenzar la cruzadera cargando su mercancía, bolsas e incluso bebés o niños pequeños, posteriormente caminar unos kilómetros más y encontrar algún taxi, camión o algún automovilista que les de un “aventón”.

A esta situación se enfrentaron Don José Luis y Josefina, quienes viajaron de Puebla rumbo a las faldas del volcán y tuvieron que dejar su automóvil resguardado en una talachería; esta pareja de adultos mayores corrieron con la suerte de ser acompañados por dos policías de seguridad que cuidaban la zona.

Algunos colonos curiosos que se mantenían en los alrededores del lugar, comentaron que hace mucho tiempo que no se presentaba un siniestro de tal magnitud.

“Hace mucho esto no se veía, lo bueno es que no agarró a nadie cuando cruzaban, las últimas lluvias si afectaron los cultivos, pero esto sí está cabrón”.