En Izúcar de Matamoros, doña Leticia, comerciante de hace varios años, busca preservar la tradición que le inculcaron sus abuelas de vestir al niño Dios de la rosca de Reyes que las personas tuvieron la suerte de encontrar en este pan.
En el bulevar Revolución, todo parece indicar que Leticia es la única que se dedica exclusivamente a vender trajes en miniatura, por lo que cada año aumenta la venta de ropa para los muñecos de la rosca.
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Comentó que esta tradición de vestir a estas figuras de rosca tiene aproximadamente diez años, resaltando que anteriormente solo eran los estudiantes de preescolar, quienes acudían a su negocio para vestir a estos muñecos de plástico, como trabajo escolar, sin embargo, año con año ha observado que más personas buscan hacerlo.
En tanto, María Guadalupe es una de las clientes más frecuentes que visita a Leticia para vestir a los llamados también “niños de la rosca”, ella cuenta que cuando era pequeña, su abuelita le platicaba que si les tocaba un “niño”, era una bendición para su hogar, ya que era el mismo Jesús quien decidía estar en esa casa.