Tlanepantla, PUE.- Decenas de habitantes dieron el último adiós al presidente municipal José Efraín García García, quien fue asesinado la tarde del pasado 12 de abril en la carretera rural de San Pablo Actipan-Tepeaca, cerca de la Mixteca poblana.
En un poblado que tiene a 98.8 por ciento de los habitantes en situación de pobreza, o vulnerable por carencias -a decir del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social-, la tarde de este sábado fue sombría, pues se quedaron temporalmente sin autoridad municipal.
Este lugar se encuentra cerca del llamado "Triángulo Rojo", caracterizado por el robo de combustible. Durante la mañana, la familia del edil lo veló en su domicilio, una casa modesta ubicada a media calle del palacio municipal.
A las 14:00 horas, su cortejo partió hacia la iglesia principal, donde ya lo aguardaba el sacerdote para una misa de cuerpo presente.
Durante el trayecto, mariachis entonaban "Mi Viejo" o echaban porras al edil, quien yacía en su caja color madera, cubierta con una bandera de México.
Los familiares siguieron el mismo camino de pétalos de rosa que encabezaba un vehículo color blanco, manchado de sangre en su puerta izquierda, que fue el auto en el que el edil era trasladado al hospital, luego de que el jueves le dispararon.
A decir de testimonios de los pobladores, durante al menos los últimos 15 meses, el edil había despachado desde una oficina en Tepeaca, luego de que algunos habitantes cerraron las instalaciones de la presidencia municipal, acusándolo de malversación de recursos.
Pese a esas acusaciones, no se le habían comprobado los dichos, pues seguía ejerciendo sus funciones constitucionales. Respecto al tema, la dirigencia estatal del Partido del Trabajo (PT), instituto político al que pertenecía, ha exigido justicia al gobierno poblano, previa investigación del crimen.