En el municipio de Amozoc se han registrado casos de violencia de género dentro de las instituciones educativas, en su mayoría, las autoridades escolares no han tomado las medidas correspondientes, incluso han preferido mover a los agredidos que, a los agresores, comentan padres de familia.
Una madre de familia que prefirió el anonimato por represalias, narró como su pequeña de 11 años fue víctima de hostigamiento y violencia física dentro de una escuela con turno vespertino y que la directora de esta institución, no impuso ninguna sanción al agresor, por lo cual la niña tuvo que ser cambiada de unidad académica.
"No es posible que cada día 25 hagan toda una parafernalia de carteles, moños naranjas y hasta ceremonias, cuando las mismas autoridades escolares solapan la violencia contra las mujeres. Tuve que sacar a mi pequeña de la escuela y al agresor lo dejaron ahí, y hasta disculpa por parte de la escuela recibió", aseguró la mamá.
Otro de los casos se registró en una escuela secundaria ubicada en el barrio de San Antonio Amozoc, en la cual una menor de 13 años fue víctima de acoso cibernético. La menor calló hasta que fue descubierto por sus padres, sin embargo, al notificar a las autoridades escolares, éstas solo mencionaron que se trataba de un juego de niños y que debían seguir adelante sólo con una llamada de atención.
Padres de familia de las víctimas refirieron que han solicitado que los agresores sean suspendidos, sin embargo, los directivos se basan en el Manual para la Convivencia Escolar en Educación Básica, en el cual aseguran que la sanción estipulada por incurrir en agresiones sexuales físicas, obligar o forzar a otro a tener actividad sexual es el servicio social o comunitario con la anuencia del padre o tutor, esto con actividades autorizadas por el Consejo Técnico Escolar (CTE) o equivalente y la participación de la Brigada Escolar y para planear, incitar o participar con otros en un incidente violento, sólo es reunión con padres de familia.
REPRODUCEN PATRONES
En entrevista, la psicóloga Ana Delia Bonilla López, consideró que se deben analizar y evaluar estas prácticas que se realizan en las instituciones para saber qué tan efectivas han sido sus acciones de prevención de violencia contra la mujer, pero no sólo dentro de las escuelas, sino en las familias también.
"Después de la pandemia a muchos niños y jóvenes les cuesta socializar, esto aunado a que pasaron viviendo cosas en casa que anteriormente pasaban, pero no lo veían, y comienzan a reproducir esos patrones de comportamiento", señaló.
Una de las principales cuestiones que los maestros no intervienen en gran medida en estos actos de agresión, es porque actualmente están restringidos, anteriormente las sanciones eran muy severas, ahora hay un manual de cómo poner sanciones y en ninguna se aplica la suspensión. Hoy en día los padres no permiten estas sanciones ya que sobre protegen aun sabiendo que su hijos o hijas son violentadores.
Ana Delia recomienda que, si se han detectado señales de agresión, ya sea que los menores agredan o sean agredidos, se deben tomar acciones inmediatas en tratamiento emocional y estas medidas dependen de padres e instituciones.
“EL NARANJA NO ES UNA MODA”: DOCENTE
El profesor César Aldaco, mencionó que hay tareas que no deben quedar en el papel, sino se deben hacer realidad. "Los estudiantes no dimensionan las decisiones de una institución que está bajo un dogma y una filosofía cultural y social. Este evento no es un fenómeno social vigente, sino desde la concepción de la imagen de Malinche”, dijo.
Cuestionado sobre la conmemoración, el profesor destacó que "el color naranja no debe ser parte de la vestimenta de moda de un día sino debe llevarse a cabo para erradicar pensamientos y eliminar arraigos, se debe reafirmar en las escuelas la importancia de la mujer en el país como símbolos de identidad e historia".
Por su parte la profesora de preescolar Nayeli Carvajal, mencionó que es de suma importancia que se realicen eventos desde el nivel preescolar, no solo para ir formando u ideal de respeto a la mujer en los pequeños, sino para que las madres y padres comprendan la importancia de este.
El municipio de Amozoc presentó en 2022 un total de 220 casos de violencia de violencia familiar, además de tres feminicidios, así como el caso de una mujer detenida tras presuntamente asesinar a su esposo después de ser golpeada y haber sido víctima de violencia. En dos de estos casos las mujeres pidieron asistencia a las autoridades municipales, quienes ignoraron su caso.