Virus frena negocios relacionados con el deporte en Atlixco

Dueños de los campos deportivos privados reconocen pérdidas económicas “importantes”

Miguel Ángel Domínguez | El Sol de Puebla

  · viernes 14 de agosto de 2020

Foto: Cortesía

Casi cinco meses después de mantener cerrado el negocio por la contingencia del Covid-19, los dueños de los campos deportivos privados, la mayoría de futbol y sus trabajadores, reconocieron pérdidas económicas “importantes” por el no uso de esos espacios de manera oficial. Y mientras las autoridades de los tres niveles de gobierno autorizan el regreso a las canchas, los rentan casi de manera clandestina.

“Por ejemplo, uno de los campos de futbol más usados en la ciudad de miércoles a domingo percibía por concepto de renta de los equipos cerca de cuatro mil pesos semanales. 450 por juego. Es decir, un aproximado de 20 mil pesos mensuales. Y esa cantidad la dejaron de ingresar por la pandemia”, citó Manuel Huerta, empleado de ese sitio.

Pero esto no es el único punto desfavorable, añadió. “Una cosa es el dueño quien de la cantidad percibida y mencionada debe pagar mantenimiento del pasto, impuestos al Ayuntamiento y un salario al responsable de cuidarla. Otra es la historia de estos últimos dependientes casi al 100 por ciento de los torneos deportivos”, explicó el entrevistado.

Manuel vive con su familia en una pequeña casa dentro de las instalaciones de uno de los campos deportivos ubicados en el norponiente de la mancha urbana. Y además de darle mantenimiento a ese ancho cuadro verde, uno de sus ingresos más fuertes es vender comida, refrescos, cervezas, botellas de alcohol y hasta cigarros a las porras familiares y desde luego a los cansados deportistas.

“Pero ese dinero ya no llega ante la cancelación de la temporada en todas las categorías de fútbol. Unos 400 o 500 pesos de ganancia en cada jornada por la venta de esas cosas. Además, y de manera lógica, el patrón y dueño del campo ya disminuyó el pago por tener la cacha lista. Dice no es necesario hasta la vuelta de los jugadores... quizá en septiembre”, contó.

Pero esos no son los únicos saldos del fin del fútbol amateur en Atlixco. Varios de los jugadores, algunos ex profesionales, llevaban años continuos prácticamente viviendo de cobrar por rolarse en las alineaciones. En algunos casos de jueves a domingo en este lugar y en otros cercanos como Izúcar de Matamoros.

Fernando es uno de ellos. “En promedio 550 pesos por juego. Y cuidándome agarro cuatro a la semana, unos 2 mil pesos. Más de 8 mil varos si meto muchos goles al mes. Nada despreciable por divertirme. Y hasta chelas gratis”, ironizó. Cuestionado sobre sus actividades en estos últimos cuatro meses de confinamiento en casa, respondió frustrado. “La neta... cualquier chamba es buena. En un mostrador, vendiendo cosas o hasta de chocomilk. Pero apenas saco la mitad, comparado con el juego”.

Y todas estas cifras giraron en el punto de quiebre de este tema: un reciente cónclave entre ellos, los dueños de los campos privados, y los funcionarios del deporte local para hablar sobre los nuevos protocolos en las canchas y unidades deportivas. El enojo resultó mayúsculo al no encontrar respuesta los primeros a una pregunta lógica: “¿cuándo regresamos o abrimos?” Las autoridades tienen una cosa clara al respecto: “no hay fecha por el semáforo rojo del Covid-19 y por tratarse de una actividad no esencial”. Mientras, casi clandestinamente se escuchan algunos gritos en los campos rentados a jóvenes con ganas de volver a la casi normalidad.