Mientras restaurantes y establecimientos comerciales -considerados como no esenciales- en el centro y alrededores del zócalo de Atlixco acatan los decretos estatales, este domingo la zona de los Viveros recibió a gran cantidad de visitantes, como un escape del confinamiento, al aire libre.
Luego de que el pasado martes la Coordinación Estatal de Protección Civil de este municipio realizara un operativo casi sorpresivo en los comedores del primer cuadro, y que este sábado se clausuraran seis comercios que no eran considerados de primera necesidad, durante un recorrido por El Sol de Puebla a esta zona, se pudo constatar que el vender en mesa no está permitido y que la mayoría de los locales se encuentran cerrados.
El mobiliario que normalmente adornan los pasillos del Portal Hidalgo y el Portal Morelos de la ciudad de las flores, actualmente se encuentran en resguardo, después de que el pasado 21 de julio el Gobernador Miguel Barbosa instruyera al Secretario General de Gobierno (SGG), David Méndez, impedir la apertura de negocios mientras el semáforo epidemiológico no cambiara de color. De esta manera, los principales restauranteros del lugar, a través de carteles y lonas, ofertan sus servicios solo para llevar, al igual que los vendedores de cecina y otros platos típicos que se ofertan en el mercado turístico.
Empero, a unos minutos del centro, en la zona de los famosos Viveros de Cabrera, cientos de visitantes, entre familias, parejas y grupos de amigos, desfilan por los principales invernaderos, algunos para hacer sus compras y otros más, solo con el fin de salir de la rutina del resguardo.
Sin embargo, a pesar del bastante movimiento que se pudo notar la tarde de ayer, dueños de los diferentes sitios aseguraron que las ventas han bajado entre un 20 y un 60 por ciento, pues a pesar de que hay visitas el fin de semana, la mayoría entra solo a preguntar y no a comprar.
"De repente la gente se siente demasiado estresada por estar encerrada tanto tiempo y le gusta salir y venir a ver las plantitas, pero, que compren, no, más bien vienen a distraerse y ese es el problema porque no hay economía", argumenta Reynaldo Rosas Martínez, propietario de Plantas Medicinales y de Olor. Asimismo, comparte que, en un día de venta normal, antes del confinamiento, vendía un promedio de 100 plantas por día y ahora solo llega a vender 30 o 40 si muy bien le va. "Son excelentes para mí y doy gracias a dios, tomando en cuenta que hay personas que no tienen trabajo (...) pago renta mensual, aunque no saque para otras cosas, pero la renta es básica y nosotros vivimos de esto, si no vendo, no como" afirma.
Doña Guadalupe González es otra de las afectadas por la pandemia, ya que ella, a diferencia de los grandes invernaderos, solo vive del turismo, pues cuenta con un vivero de traspatio, es decir, que sus producciones son en menor cantidad. Asimismo, platica que aún no se recupera de las bajas ventas en la temporada de semana santa. "Esperaba recuperar lo invertido en semana santa y desgraciadamente no hemos recobrado nada, hemos estado invirtiendo y a veces no hemos sacado ni lo que invertimos", comenta.
Finalmente, Manuel Santiago Cruz, productor de plantas en Mega Viveros hace una petición a las autoridades para demandar que no tomen medidas para cerrarlos, ya que el sector de flor ornamental en Atlixco representa cerca del 50 por ciento de los ingresos a la ciudad. "Ojalá y nuestras autoridades no vayan a tomar las medidas de clausurar por no ser un sector privilegiado, somos generadores de empleos y las plantas son seres vivos, no se pueden embodegar como otros productos y si llegáramos a tener problemas, nos van a afectar, ya que la producción es todo el año, no es por temporada", replica.
ATLIMEYAYA A PUNTO DE SALIR DE LA CUARENTENA
A tan solo media hora de Atlixco se encuentra otro un importante atractivo turístico, en el municipio de Tianguismanalco, conocido por sus famosos criaderos acuícolas de peces: Atlimeyaya.
A pesar de ser un sector importante para dicha comunidad, los restaurantes más importantes de la zona tuvieron que cerrar puertas desde a finales del mes de marzo y así se han mantenido durante cuatro meses, sin recibir gente, ni siquiera con servicio para llevar.
Sin embargo, de acuerdo a la versión de uno de los restauranteros, firmaron un acuerdo con el ayuntamiento en el que se les indica que, a partir de la primera semana de agosto, ya pueden iniciar operaciones tomando las medidas de precaución necesarias que ayuden a evitar la propagación del coronavirus como: el uso de cubrebocas tanto para el personal como para los comensales, geles desinfectantes y tapetes sanitizantes en las entradas, la toma de temperatura y una ocupación solo del 30 por ciento.
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