HUAUCHINANGO.- Vivir dentro del Área Natural Protegida (ANP) de la Cuenca Hidrológica del Río Necaxa puede ser un privilegio, sin embargo, para muchos es también un “problema” debido a que, además de ser protegida, es un área forestal vedada, por lo que no puede haber un aprovechamiento legal de los bosques.
Desde el año de 1938, en la gestión del presidente de la República Lázaro Cárdenas del Río, se decretó su nombre correcto: Zona Protectora Forestal Vedada Cuenca Hidrográfica del Río Necaxa; su categoría de manejo es “Área de Protección de Recursos Naturales”.
La poligonal comprende el territorio de los municipios de Acaxochitlan, Cuautepec de Hinojosa, del estado de Hidalgo, así como Naupan, Huauchinango, Juan Galindo, Xicotepec, Zihuateutla, Tlaola, Chiconcuautla, Jolalpan, Zacatlan y Ahuazotepec del estado de Puebla.
En ella se han generado en los últimos años, de manera más densa, problemas de la tala inmoderada con el argumento de que la gente “tiene que vivir de algo”. No solamente eso, también se da la sustracción de manera indiscriminada de la tierra que está en la superficie, conocida como “tierra de monte” y aprovechada especialmente por los productores de plantas de ornato que se ubican entre las juntas auxiliares de Tenango de las Flores, Las Colonias de Hidalgo y Xaltepuxtla, Xilocuautla por mencionar algunas.
Hasta los “planteros” llegan los vendedores clandestinos con costales de tierra de monte que venden “en unos 30 pesos”, para algunos que saben, eso provoca un problema en el bosque porque se le va restando la posibilidad de irse renovando.
Por otro lado, algunas familias que viven de la tala por la venta de árboles de su propiedad y otros que no son de su propiedad, sino sustraídos de terrenos ajenos, y otros de la tierra “de monte”, exigen “al gobierno que se acabe con el estatus Zona Protectora Forestal Vedada y se legalice la tala del bosque o que, el gobierno mande dinero para que vivan las familias de la zona boscosa”.
La policía municipal ha asegurado a algunas personas que son sorprendidas en la práctica ilegal, sin embargo, quienes se dedican “de manera organizada a la tala”, ya son un problema para los lugareños y para las autoridades, según declaraciones de los mismos vecinos de comunidades como Venta Grande o Teopancingo.
En febrero de este año, una persona fue detenida por elementos de la Policía Municipal, acusado de participar en la tala presuntamente ilegal de varios árboles en las inmediaciones de la junta auxiliar de Venta Grande, zona alta del municipio de Huauchinango.
El presunto culpable, fue identificado como Pablo N de 26 años de edad, mismo que dijo ser habitante de la comunidad de Teopancingo, localidad vecina de dicha demarcación.
En cambio, en abril de este año, algunos oficiales de la Policía Municipal fueron amagados con ser linchados por pobladores de la comunidad de Venta Chica, tras haber interceptado al menos a cuatro sujetos que se negaban a ser revisados en dos vehículos: una camioneta que remolcaba un taxi con rótulos de Poza Rica, Veracruz y sin placas, los cuales, fueron relacionados con la tala ilegal.
La falta de vigilancia por parte de las autoridades federales, como la Guardia Nacional y la Policía Rural, favorece que los talamontes aprovechen para seguir con el saqueo de madera en la zona alta de Huauchinango, consideró Desarrollo Rural y Social de Atención a comunidades, consideraron autoridades municipales.
SANEAMIENTO
Fuentes de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), dieron a conocer que a los habitantes del área del bosque templado (zona alta) se les ha apoyado económicamente con programas de saneamiento del bosque para que se atienda la plaga en árboles, por lo que han aprovechado de los maderos que están plagados.
Con el mismo programa se ayudó de manera intensa entre los años 2018-2019, cuando cayó una fuerte helada y cientos de árboles fueron descopados y derribados.
Los programas que se aplican como el de Servicios ambientales, son una mezcla de recursos de las dependencias federales como la Semarnat, Conafor y Conanp, que financia a brigadas de personas que se dedican a cuidar del monte de los incendios
Contrario al tema de los programas, hay personas que sustraen costales de “ocoxal” (la hoja de árboles de ocote) mezclada con hojarasca y tierra para su venta a los floricultores, y aunque ya han sido sorprendidos por las autoridades, se niegan a regularizar su actividad.