El presidente de Transportes Unidos Región Valsequillo Independiente, Marco Antonio Méndez Salas, aseguró que el transporte público en Puebla se encuentra al borde de la quiebra porque aunado al aumento de la gasolina, el principal insumo, las refacciones han presentado alzas en sus precios hasta de 150 por ciento y las unidades nuevas de alrededor de 80 por ciento.
Explicó que hay vehículos que consumen 800 pesos diarios de combustible y una cuenta puede ser de 400 pesos, mientras que el cambio de refacciones se realiza cada mes. De las mil 200 unidades que existen en la organización de 70 rutas de Puebla capital y el interior, el 15 por ciento no circula porque los concesionarios tampoco tienen la capacidad de comprar unidades nuevas, pues un camión costaba hace un año, un millón 100 mil pesos y ahora vale un millón 800 mil pesos.
Muchos choferes, añadió, han renunciado porque sus ingresos se han reducido y los costos de las licencias y las multas son exagerados, tanto del municipio como del estado. “No es un capricho esto que estamos pidiendo”, comentó en conferencia de prensa.
Urgió al Gobierno de Puebla para que realice a la brevedad un estudio acerca de hasta qué cantidad puede incrementar la tarifa del transporte público y aseguró que 12 pesos es un costo elevado, pero ocho pesos podría ser justo.
Méndez explicó que los transportistas en el estado ya no podrán soportar mucho tiempo con una tarifa de seis pesos porque además no cuentan con algún subsidio y siguen aumentando costos, incluso de servicios como los seguros por el crecimiento en el robo de vehículos, además de las licencias para los choferes y las multas son más caras.
De hecho Puebla es la entidad del país que tiene la tarifa más baja en transporte público, ya que en el resto, se encuentra entre 7.0 y hasta 12 pesos, esta última en ciudades como Monterrey.
Sobre las nuevas unidades, el líder de transportistas destacó que, debido al alza que existe en la gasolina y por consiguiente en las refacciones, para muchos permisionarios es imposible renovar el parque vehicular, por lo que muchas unidades se encuentran detenidas por haberse cumplido el tiempo de vida para que circulen.
Muchas de ellas, dijo, se adquirieron dos años antes de que el entonces Gobernador Mario Marín autorizara el incremento de la tarifa de transporte público, actualmente han cumplido 10 años pero renovarlas es incosteable.