Manoseos, tomarles fotos sin su consentimiento y hasta recibir de un hombre directamente una eyaculación se convirtieron en el municipio de Puebla, los actos de agresión más recurrentes en contra de las mujeres, reveló el Diagnóstico sobre Acoso Sexual que elaboraron conjuntamente la organización internacional ONU Mujeres y el Ayuntamiento de Puebla.
El Sol de Puebla analizó esta investigación en la que constató que los tres actos de agresión son superiores en el transporte público que en espacios como mercados o en calles del Centro Histórico en la capital.
Las estadísticas refieren que manosearon el cuerpo en un 21 por ciento de las mujeres en las unidades del servicio público, la cifra fue menor en las avenidas con un 12.7 por ciento y 7.5 por ciento en el mercado.
En el caso de tomarles una foto sin consentimiento se registraron 12.5 por ciento en comparación al 11.4 por ciento en la vía pública. Mientras, que se documentaron el 3 por ciento de los casos de hombres que eyacularon frente a mujeres en contraste al 2 por ciento que se dio en un centro de abasto.
Las mujeres fueron encuestadas en 2017 y son usuarias de la segunda línea de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) y de las unidades Libertad-Cuauhtémoc, ambas consideradas las de mayor afluencia, con conflictos de saturación de pasajeros y servicio discontinuo.
El diagnóstico también permitió identificar que miraron morbosamente al 39.9 por ciento de las usuarias del transporte público, le dijeron piropos ofensivos al 36.8 por ciento y en 33.5 por ciento de los casos palabras despectivas.
Al 32.3 por ciento de las mujeres les recargaron el cuerpo, en tanto, en el 23.1 por ciento de los casos los hombres se tocaron los genitales frente a ellas y obligaron a tener relaciones sexuales al 8.4 por ciento.
Las estadísticas además señalan que el 57.5 ciento de las víctimas son personas de 45 a 65 años, 54 por ciento mayores a 65 años y el 49.5 por ciento jóvenes de 14 a 29 años. Los horarios más peligrosos se identificaron de 12 am a 8 pm.
La investigación también incluye testimonios anónimos de las afectadas: “Yo ahí en la ruta 45, iba una chica atrás de mí y así, ¡la tocaron! Así es que yo preferí ya no subirme en esa ruta e irme a tomar hasta Chedraui” e “Iba yo, bueno, es por mi casa, tomé una ruta e iba llena, entonces iba yo parada y un chavo me tomó foto de mi colita”.
Ante estas situaciones las mujeres decidieron en un 57 por ciento cambiar su ruta y 39 por ciento de transporte.
En tanto a las autoridades les recomendaron tres acciones, que son: Implementar una política de trasporte accesible: generar campañas de sensibilización para mujeres y hombres usuarios del transporte y desarrollar acciones de capacitación de funcionarios y operadores del transporte.