“Es una realidad decepcionante”, opinan estudiantes de la Escuela Normal Superior Federalizada del Estado de Puebla, acerca de las precarias condiciones laborales a las que se enfrentan los recién egresados de las carreras relacionadas con la docencia.
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Esto luego de que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) revelara en el estudio “Compara Carreras 2024” que las carreras que están enfocadas a la educación son las peores pagadas en el país.
A través de un sondeo, un grupo de jóvenes universitarios coincidió en que este informe es la evidencia de la desvalorización profesional a la que se enfrentan las y los recién egresados, quienes deben cumplir con años de estudio, prácticas y diversos exámenes para conseguir una plaza.
Es demasiado desmotivante, muchos se van desde que están estudiando, porque aparte del bajo salario, tienes que poner de tu propia bolsa, de hecho, estamos en prácticas y tenemos que pagar con nuestro dinero todos las herramientas, transporte e incluso otros materiales para los alumnos narra Karen Tlalpa, alumna de la institución.
Que las carreras relacionadas con la docencia sean las peores pagadas del país no es una sorpresa. Desde que ingresan a la Normal, varios estudiantes desertan por esta razón, sin embargo, quienes terminan sus estudios, es porque, aun sabiendo el precario futuro laboral que le espera, la vocación es más fuerte, agrega otra estudiante, Adriana Hernández.
Dedicarse a otro trabajo no es opción, pues si dejan de existir maestros sin vocación, las plazas docentes se quedarían en las personas que solo buscan intereses económicos o en quienes no están interesados en que sus alumnos aprendan, coinciden.
Falta de plazas, otro desmotivante
La falta de plazas para las y los recién egresados es otro desmotivante para quienes ingresan a estas carreras, afirmaron.
“La baja disponibilidad de plazas para los que egresan de la Normal nos afecta, pocos alcanzan un lugar y eso nos da directo en la economía, porque quienes estudian carreras que solo abarcan una materia, y por horas, es muy difícil que encuentre trabajo”, compartió la alumna Rebeca González.
Al año egresan cerca de 600 estudiantes de esta institución y solo 200, o incluso menos, logran tener una plaza docente en su primer año fuera de la Normal, estimó Leslie Cuautle, otra de las alumnas.
“Ya todas las carreras tienen mucha demanda y menos posibilidad de encontrar un buen empleo (…) yo hasta siento que hay más oportunidades para los que no tienen título que para los que sí”, agregó Karen Tlalpa.
Vocación impide deserción
Pese a todo lo anterior, la vocación es lo único que mantiene en pie a los estudiantes en dichas carreras, aseguran las entrevistadas. Pues de desertar, quedarían los espacios libres para personas que no tienen amor por la docencia.
Yo ingresé a la carrera para poder cambiar a las nuevas generaciones, a algunos maestros les da igual si sus alumnos aprenden o no, cuando deberían estar preocupados en darles nuevas habilidades señaló Leslie.
Sin embargo, la Federación tiene un pendiente con estos profesionistas, aseguraron, pues la falta de oportunidades y los bajos salarios evidencian que la educación no ha sido una prioridad.
“La educación sigue siendo un rubro precario en México, y si el gobierno no se preocupa por atender, desde lo más básico de una escuela que son los maestros, terminarán afectando al propio país, porque la educación es la base de todo”, finalizó Adriana.