Durante la pandemia de coronavirus la población se ha concientizado de la existencia de la contaminación auditiva, pues pese a que no aumentó, han tenido que lidiar con las fuentes de sonido móviles, las cuales no tienen forma de regularse y quedan fuera de una posible sanción.
Se trata de los característicos ruidos del camión del gas, compradores de fierro, vendedores de cualquier índole, entre otras fuentes de sonido, que pese a ser parte de la contaminación acústica, se hace caso omiso de ellos, lo que desencadena situaciones de estrés para quienes se encuentran en una junta importante, una videoconferencia, una reunión o clases virtuales.
En entrevista con el director de Medio Ambiente de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad, Alejandro Callejas Linares, señaló que esta problemática es complicada, puesto que como tal la gente se ha percatado de los ruidos que siempre han estado, pero que debido a que sus actividades eran realizadas fuera de casa, no se tenía en cuenta de ellos.
Una vez que la pandemia de Covid-19 modificó los hábitos, actitudes, así como la dinámica del día a día, la gente ha reaccionado sobre que la contaminación puede perjudicar a su salud, pues genera estrés y con ello desencadenan diferentes malestares.
“Estamos más conscientes de la contaminación, cada vez más nos damos cuenta, cuando estamos en nuestras actividades por ejemplo en la escuela y demás, no nos damos cuenta de la contaminación acústica, pero ahora estamos más conscientes porque estamos encerrados”, dijo.
De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana 081-SEMARNAT-1994, se hace un estudio de las denuncias que llegan a existir por la contaminación auditiva en el municipio de Puebla, pero algunas se ven obstruidas debido a que las leyes federales y estatales solo permiten medir fuentes fijas, lo que refiere que en el caso de los camiones o fuentes de ruido móviles no se pueden sancionar.
“Las normas y las leyes estatales y federales sólo nos permiten evaluar la contaminación auditiva de fuentes fijas que emiten sonido, por ejemplo, ahí no tenemos competencia aún como para poder evaluar lo que es un camión que va circulando con un ruido ambiental, no tenemos forma de evaluarlo”.
Por ello, las consignas y canciones de servicios como el gas, la compra de aparatos usados, los tamales y demás fuentes de sonido, quedan descartadas de estas mediciones.
Los decibeles que están permitidos en el municipio de Puebla son 68 esto de 6 a 10 de la noche, mientras que de 10 a las 6 de la mañana son 65 decibeles, debido a que la mayor parte de las actividades se suspenden, lo que ocasiona que los ruidos se vuelvan más intensos.
De igual forma, en las zonas residenciales los niveles bajan de 50 a 55, en tanto que en escuelas debe ser de 55, pero en caso de ceremonias y festejos puede aumentar a 100, ya que, pertenece a la actividad misma.
Pero qué se hace cuando se detecta un negocio, casa habitación o cualquier otra fuente de sonido que sobre pase los decibles permitidos, primero, una vez que se haya recibido la denuncia, ya sea por redes sociales a vía telefónica, se acude al lugar para verificar la queja.
Como segundo paso con los sonómetros, se hace una medición frente al aparato de sonido, posterior a ello, se realiza la medición indirecta, en la que el personal se aleja dos metros, se pone el medidor del ruido y con estas dos mediciones se analizan y en caso de sobrepasar los límites se genera un proceso administrativo.
En el se toman medidas para la mitigación de ruido, pues se le da aviso al dueño del negocio para que adapte su espacio y se baje el sonido, pero en todo caso de que se haga caso omiso, se procede al cese de la actividad con una clausura a fin de que se frene el ruido.
Los comercios más comunes son farmacias, restaurantes y diferentes establecimientos que sacan sus bocinas para atraer a la gente, sin pensar en que se puede dañar su salud.
“Cuando se trata de ruido, lo que hacemos es, vamos y cuando es un establecimiento mercantil con una licencia de funcionamiento procedemos hacer la inspección, tenemos unos aparatos que se llaman sonómetros y hacemos dos tipos de mediciones una frente a la fuente del ruido y después hacemos una medición indirecta nos alejamos dos metros más o menos de la fuente, damos la vuelta y ponemos el medidor de ruido dándole la espalda a la fuente de emisión”.
FALTA RESPONSABILIDAD PARA DENUNCIAR
La contaminación auditiva es una de las situaciones que no siempre se denuncian debido a que son los propios vecinos quienes generan ésta, por ello, lo dejan pasar para evitar confrontamientos en el futuro.
De acuerdo con la SEDUS, en 2019, año en el que no existía la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2, al menos 380 personas denunciaron y se realizaron 107 exhortos, mientras que el 2020 se registró una ligera baja, con 377 denuncias, y 123 exhortos. Para este 2021 se han reportado 25 denuncias y solo una visita.
Ante tal situación, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad invita a la denuncia correspondiente, puesto que dicha dependencia se encarga de realizar recorridos, exhortos y en dado caso de clausuras a quienes incumplan con los decibeles que establece el Ayuntamiento de Puebla.
“Muchas de las denuncias son del vecino del vecino, por eso no se sienten cómodos, que se tenga en cuenta que las denuncias pueden ser anónimas, pero también debe haber conciencia, que quienes tengan ganas de abrir un negocio se acerquen con nosotros para que les demos una asesoría”.
SEDUS TRABAJA EN CONTROLAR FUENTES DE SONIDO MÓVILES
Debido a que no hay una manera de que se regule a las fuentes de sonido móviles, la SEDUS ha implementado licencias de publicidad, en las que los perifoneos y activaciones de empresas de internet, autos y demás, deben solicitar una licencia para ser considerados como anuncios.
Por ello, Callejas Linares manifestó que a través de este documento que expide la dependencia de Desarrollo Urbano, se busca controlar a estos, en ellas se especifica, los decibeles que pueden alcanzar, así como el tipo de bocinas que deben usar para poder llevar a cabo dichas actividades.
Cabe destacar que, de acuerdo con las versiones médicas, la exposición prolongada al ruido puede afectar de distintas formas a la salud, tales como trastornos del sueño, efectos perjudiciales en los sistemas cardiovascular y metabólico, así como deficiencias cognitivas en los niños.
Por ello, se recomienda evitar esta contaminación o buscar alternativas para poder sobrellevarla sin tener que causar daños a la salud física, emocional y mental.