Ivonne Daniela Flores Mustre es víctima de violencia vicaria y exclienta de Cecilia Monzón, antes de conocer a la abogada ya había tenido cinco asesores jurídicos, pero ni uno de ellos la había ayudado. En sólo dos meses Cecilia avanzó lo que ni un otro defensor pudo, pero hoy, tras su asesinato, tiene miedo que su caso se estanque y que nuevamente su expareja intente intimidarla.
Fue hace tres años cuando Ivonne conoció a Cecilia debido al activismo que Monzón realizaba. Al platicar con ella por primera vez pudo darse cuenta de varias cosas: que Cecilia era una aguerrida en sus casos y que le gustaba hacer justicia para las mujeres. Daniela le compartió que su caso era difícil y que muchos abogados se habían echado para atrás, pero esto no le impidió a Cecilia continuar.
Todo comenzó en 1998, cuando Ivonne tenía 15 años y conoció al que ahora es padre de su hija. Desde entonces, mantuvo una relación donde fue víctima de violencia sexual, económica y psicológica. En 2018 quiso separarse y llegó a un acuerdo de custodia, pero en una de esas convivencias pactadas, su expareja ya no quiso regresar a la menor e interpuso una orden de alejamiento en cuestión de días que se hicieron efectivas de forma acelerada “gracias a sus influencias”.
“Cecilia me dijo desde el principio: este tipo está violentándote, se está aprovechando y en ese entonces no sabíamos ni una de las dos que era violencia vicaria, pero ella sabía que lo que me estaba haciendo era un tipo de violencia y que no podía salirse con la suyas. Ella conoció mi caso primero, lo investigó y lo tomó. Hasta recuerdo que me dijo: vamos a darle con todo a este tipo, te está haciendo daño y no te deja vivir en paz”.
¿Qué avances tuvo con Cecilia? Para empezar, las autoridades ya le habían cerrado su denuncia de violencia familiar en contra de su expareja y la también activista no dejó que esto pasara. Logró que se reabriera y, además, logró que fuera culpable de este delito. También ella promovió la reparación del daño y se cerró una carpeta de investigación en contra de una expareja de Ivonne por presunto abuso sexual en contra de su hija.
“Jamás se prestó a la corrupción, sino que ponía presión para que las cosas se hicieran como se deben de hacer tanto en la Fiscalía como en cualquier otro lugar. Después de años de tener todo esto pardo, Cecy logra que le den la vuelta en sólo dos meses de haber tomado mi caso”, agregó.
Para Ivonne, su expareja ha impulsado muchas maniobras “injustas y sucias”, incluso asegura que ha “comprado” ha varios jueces y ex abogados de ella para entorpecer el caso, pero Cecilia no se dejó involucrar en estos hechos y siempre la apoyó a pesar de que su proceso es muy complicado. “Cecy no permitía que las injusticas avanzaran, iba a la Fiscalía o con los Ministerio Públicos para que se hiciera lo correcto”, enfatizó.
Al enterarse de su muerte fue un golpe muy fuerte para ella, ya que no sólo era su abogada, sino que también ya la consideraba su amiga y su compañera de lucha. Hoy con su partida, aceptó que tiene miedo, pues su caso aún no termina y su expareja puede regresar a intimidarla. En suma, aunque ya tiene nueva representación jurídica, teme que nadie vuelva a pelear la causa de las mujeres de violencia vicaria como ella lo hacía.
“Sigo luchando por mi hija y buscando que las cosas se hagan conforme a derecho y por eso hemos esperado tanto tiempo porque Cecy lo hacía como debía de hacerse. Cuando yo me entero de su muerte me vienen muchos miedos porque el señor cuando ella tomó mi caso, él dejó de molestarme, dejó de enviar carros a mi casa y dejó de interferir mis teléfonos. Hubo un freno en su agresión y hoy no sé que va a pasar, con ella me sentía acuerpada, entraba sin miedo a las audiencias. Se extraña”, concluyó.
Hoy en día es integrante de la colectiva CAM CAI en donde aseguró que sigue el legado de Cecilia y en donde todas las mujeres se apoyan y se orientan para encontrar buenos abogados, así como para respaldarse. En caso de necesitar ayuda, pueden buscarlas en todas las redes sociales con este nombre o como Madres Exigiendo Justicia.