La tradición que llevó a Don Felipe Ruiz a ganar diversos reconocimientos a nivel nacional, por la elaboración de nacimientos monumentales, sirvió de inspiración para su hijo Felipe para conservar su legado en el Barrio de Analco.
Por la iniciativa de académicos de la Facultad de Arquitectura de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), uno de los inmuebles que está bajo el resguardo de la institución, Casa Analco, abrió sus puertas para que Felipe pudiera crear un nacimiento, tal y como lo hacía su padre.
A dos años del fallecimiento de Don Felipe, sus vecinos y amigos los recuerdan con mucho cariño. Varios de los habitantes de este Barrio se dieron cita en este sitio para recordar su trabajo.
Elaborado con arena que simula un largo desierto, con casas hechas de adobe a escala y, principalmente, con un altar de paja y tierra que albergó a Jesús, María y José, es como lució este nacimiento que fue colocado en un cuarto entero de esta casona.
“Es un arte hacer este nacimiento, cada detalle lleva mucho tiempo, en este caso tuvimos un poco menos de un mes para su elaboración”, expresó Felipe durante su presentación.
Con una leve iluminación, los asistentes crearon una atmósfera de nostalgia en esta sede. Entre todos cooperaron para que, además de la presentación de este nacimiento, pudieran convivir entre todos.
“Que este aplauso se eleve hasta el cielo”, pidió uno de los asistentes a sus compañeros para conmemorar, durante unos minutos, el legado del artista poblano entre su comunidad.