No es necesario irse a otro país para comparar las desigualdades económicas, en Puebla es más que tangible al observar las ciclovías de la vía Atlixcayotl.
Al recorrerlas desde San Jorge, pasando por la Udlap y hasta llegar al Parque del Arte en Angelópolis las diferencias en su construcción habla mucho del nivel económico para quienes parece que están hechas.
En la ciclovía de San Jorge y Los Héroes, que conecta al Parque Centenario, hay una gran afluencia de gente: personas que salen a correr, a caminar con sus perros o ciclistas. Sin embargo, pese a la concurrencia, en esta raíz de la ciudad el piso está desgastado, con granito saliendo. Los bloques de contención llenos de maleza y hierba y con quebraduras.
Además de la falta de seguridad; no hay personal que auxilie o proteja a los transeúntes.
“La pista se ha deteriorado. Se ve que desde el anterior gobierno no le han dado mantenimiento y eso es malo porque como podrán ver se ocupa mucho. Antes se pensaba que era un elefante blanco, pero ahora se ve que no, que fue acertado lo que hizo el anterior gobierno”, comentó Rodolfo, un ciclista que acude varías días a la semana a hacer ejercicio a la ciclovía de San Jorge.
Rodolfo exhortó a la actual administración a poner atención y dar manteniendo a esta pista, ya que muchos poblanos la utilizan.
Humberto, que también ocupa esta ciclovía en su bicicleta, pidió que la cuiden:
“Me gustaría que marcaran los kilómetros, que hubiera más señalamientos. En esta parte de acá los peatones invaden la parte de la pista. Deben continuar el pavimento y con más seguridad hasta Valsequillo y el Periférico”.
Unos kilómetros más allá, por la Udlap, esta ciclovía luce con poca gente. Algunos corredores se alcanzan a ver y otros ciclistas andado.
A diferencia del anterior tramo, donde se ven grafitis, perros callejeros y grandes montones de basura alrededor, en esta zona la escena la componen edificios, grandes casas y seguridad en bicicleta.
El piso de cemento está bien pintado, aunque en algunos lugares hay unos pequeños hoyos laterales a la pista. Aquí incluso, hay buenas bancas para descansar.
Rafael Miranda, un joven y asiduo corredor, dijo que esta ciclovía es buena, aunque podría mejorar.
“Considero que le falta manteniendo porque hay un poco de hoyos y hay unos barandales que están un poco flojos; se quiere uno parar a descansar y tiembla uno. Sí le dan mantenimiento al pasto y hierba.
“Sí hay seguridad, a cada rato pasa la policía en bici y te están checando y te preguntan si te están incomodando. Todo está bien. Ahorita por el home office si hay más gente”.
En otro gran tramo de esta ciudad, el de la ciclovía que conecta al Parque del Arte y pasa por el Centro Comercial Angelópolis la seguridad es abundante. Hay policías tanto en las ciclovías como en las banquetas aledañas.
El flujo de gente es constante por la mañana y en general, todos parecen satisfechos con esta ruta.
La mayoría acude a hacer ejercicio utilizando su bicicletas y otro más, vecinos del lugar, salen a correr. Tal es el caso de Daniel:
“Está bien para hacer ejercicio. Solo yo digo que falta seguridad en medio, donde está la Ibero, porque luego está muy solo. No hay baches. Y faltaría señalética en algunas partes, pero en general, bien”.