La extorsión telefónica sigue a la orden del día, ya que para obtener dinero fácil y rápido, la delincuencia lo intenta todo para despojar así a la ciudadanía de sus bienes. Sus tácticas van desde hacerse pasar por un familiar (desconocido) que pide tu apoyo, argumentar un secuestro de alguno de tus hijos, o inventar alguna compra ficticia en línea.
Por medio de una denuncia anónima, una mujer de aproximadamente 30 años de edad se acercó a la redacción de El Sol de Puebla para revelar que estuvo a punto de ser sorprendida mediante una llamada telefónica por medio de la que le pedían reconocer una compra que, aparentemente, se estaba llevando a cabo por una empresa de venta de artículos por internet.
La mujer relató que, alrededor de las 15:20 horas del día de hoy, lunes 6 de septiembre, la operadora de una conocida empresa de comercio electrónico la llamó para corroborar que ella estaba realizando la compra de dos rines para automóvil Vento por medio de esa plataforma, con su tarjeta BBVA. Lo que necesitaban era el número de folio de venta que se le había proporcionado. A lo que la denunciante contestó que no lo tenía, ya que ella no había realizado una compra y, ante la insistencia de la operadora, simplemente terminó la llamada.
Para su sorpresa, la operadora volvió a marcarle del número telefónico 56-2815-7467 y entonces argumentó que la trasferiría a otro departamento en donde la ayudarían con el proceso para cancelar la compra. La denunciante al observar que, claramente, la buscaban extorsionar, comenzó a grabar la llamada.
En la parte de la llamada que la denunciante consiguió grabar, se escucha como la operadora insiste que necesita hacer la cancelación de la compra, y que para eso necesitan un folio para localizar la información y por ese motivo la transferirán a otro departamento. La misma operadora dice que no se le pedirá ninguna información de su tarjeta bancaria porque es confidencial.
Al instante siguiente, la operadora le pide a la mujer su nombre para localizar la información ya que no se tenía el folio, y ésta muy astutamente, decide cambiarlo y dice: “soy María Juárez Pérez” y entonces la operadora reacciona y le pregunta: “pero no es usted Andrea N”, a lo que ésta contundentemente contesta que no. La operadora insiste: su tarjeta tiene la terminación 2060, y ella contesta “no”.
La denunciante contestó con toda seguridad porque sabía que tenía una tarjeta con esa terminación que ya había cancelado y, por ese mismo motivo, constató que se trataba de un fraude y fue entonces que decidió cambió su nombre. Al final la astucia de potencial víctima impidió que se concretara tal acción fraudulenta.